Capítulo 7. EL MAÑANERO

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•Aarón
Me desperté al ver la luz de la ventana salir empecé a parpadear, ya que me molestaba la luz de la mañana que no me dejaba dormir, note el calor de alguien a mi lado y al mirar hay ella estaba abrazada en mi pecho abrazada.

Para ser sincero nada más que podía fijarme en esos hermosos labios, los cuales deseaba tanto besar, sentirlos y no soltarlos nunca más.

La vi empezar a moverse pero sin despegar su abrazo, al rato abrió los ojos y al verme no se sorprendió, o eso parecía, pero me sonrió y era una sonrisa hermosa por la cual yo también sonreí.

- Buenos días princesa. Me sonroje al decirlo, aunque siendo sincero me encantó decirlo.

- Buenos días. Al principio me miró sorprendida pero después me dio una sonrisa.

- ¿Qué tal has dormido hoy?

- Bien, demasiado diría yo.

- Ah si, ¿y eso?.

- Pues gracias a ti, bueno y tu

- Pues igual.

- Uy, ¿y eso?

- Pues gracias a ti.

- Anda ya.

Seguimos conversando durante un rato pero por un momento los dos nos quedamos en silencio, estábamos tan cerca que los dos notábamos la respiración del otro.

- Necesitó confesarte algo.

- Dime

- Estoy...No se como decirlo... a ver...yo...

- Dilo Sofi, sin miedo.

- Pues estoy deseando...

- ¿Besarme?

- ¿Como lo sabes?

Me reí antes de contestarle y ella me miró confundida aunque después también comenzó a reírse, era una risita tonta la que teníamos.

- Pues por qué siento lo mismo.

Y hay antes de que ella pudiera hablar la bese apasionadamente como si el mundo se fuera a acabar, la cogí de la camiseta y la puse encima de mi, no me costo mucho ya que pesa muy poco, empece a levantarle la camiseta y acariciarla pero sin separar el beso, solo nos separamos al quitarle la camiseta y ella a mi igual, la volvía agarrar de la cintura y me la puse debajo y hay le empece a besar el cuello y ella arqueó su espalda, no pare y poco a poco fui bajando hasta llegar a su escote y al estar hay le empece a quitar los pantalones, ya que eran pijamas se lo pude quitar mas fácil, seguí bajando y cuando llegue a su barriga empece a darle besos mojados y ella empezó a gemir, luego fui a su muslo y lo empece a masajear antes de llegar a la entrepierna y apartar sus pantis, y hay empece a jugar con mis dedos dentro de ella, empezó a moverse pidiéndome que fuera más rápido.

- Oh joder Aarón.

- Eres puto perfecta hasta para gemir joder.

Ella me puso boca abajo cuando menos me lo esperaba, y me arrancó los pantalones, empezó a besarme desde arriba hasta abajo hasta llegar a la entrepierna y yo saque el condon. Se puso encime mía y no se movió como si le encantara que estuviera dentro de ella.

- Me encantas

- Y tu a mi cariño

Y hay fue cuando empezó a moverse y nuestro gemidos se unieron. Yo me empece a mover para que fuera aún más rápido. Cuándo ya no pudimos más ella se echo sobre mi pecho y nuestra respiración fue agitada.

Me levante para irme a la ducha, ella seguía desnuda sonriéndome, le observe antes de irme a la ducha recordando cada parte de su cuerpo.

- Te amo. Escuche de lejos.

- Yo más a ti.

Y hay estaba yo deseando volver a besarla sin parar y eso que acababa de hacerlo.

•Sofía

Hay estaba yo, en la cama desnuda sin creerme aun lo que acababa de suceder pero sonriendo como una tonta.

Haciéndome preguntas todo el tiempo como:
¿Le habrá gustado?, ¿Por que lo hizo?, ¿Me estoy enamorando?, ¿El solo querrá una noche y ya esta o estará enamorado de verdad?.

Y cuando menos lo esperaba hay estaba el, saliendo de la ducha con la toalla atada en su cintura, el pelo mojado y revoltoso, estaba uff, tremendo.

- Ya puedes entrar princesa.

Sonreí como una tonta y cuando me acerque a la puerta el me agarro de la cintura, yo estaba con una camiseta suya que por cierto me quedaba enorme.

- Estas hermosa con mi camiseta, la verdad te queda mejor que a mi.

Y antes de poder reaccionar me besó y yo seguí el beso agarrándole por el cuello para acercarlo más a mí y hacer el beso más profundo.

Entre al baño y empece a sonreír de nuevo, me desnude, fue fácil ya que solo llevaba la camiseta puesta, y comencé a ducharme.

Al salir el ya estaba vestido y yo fui a buscar algo que ponerme, hoy estaba el día soleado así que decidí ponerme un traje y llevarme una una chaqueta por si acaso la necesitaba.

El no me quitaba la vista de encima hasta que me metí en el baño para arreglarme, hoy íbamos todos a comer en un lugar que habíamos reservado y bastante caro no os voy a mentir.

- ¿Estas lista?

- Sí, ya salgo.

Cuándo salí no le apartaba la vista, de nuevo.

- Joder Sofi estas HERMOSA.

- Anda ya, no exageres.

- No joder en serio.

- Te quiero.

- Y yo.

Cuando estábamos a punto de besarnos de nuevo alguien nos interrumpió al entrar sin llamar a la puerta.

- Uy, ¿interrumpo algo?

- Emmm no...no, pasa.

Los dos nos miramos el estaba rojo y me imaginé que yo también ya que me ardían las mejillas.

La Chica De Los Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora