viii

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 ⠀⠀─ feliz cumpleaños, ty -exclamó antes de entregarle una cajita llena de cassettes de sus bandas favoritas.

 ⠀⠀─ ¡josh! no era necesario, en serio -los ojos le brillaban y sonreía de oreja a oreja. miraba las cajitas una a una mordiéndose el labio inferior.

no habían podido pasar el día como querían, pero estaban ahí, en el tejado, tranquilos y con una lata de cerveza para cada uno.

últimamente todo era más difícil. tyler había sido castigado tres veces en el último mes por cosas que no había contado a josh. y josh tenía mucho trabajo recuperando materias del colegio como para darle tanta atención a eso.

el castaño se veía preocupado, josh supuso que era porque estaba en el tejado, y no solía tener permiso para ir tan tarde.

⠀⠀─ ahora que sos mayor de edad podes llevarme a comprar cerveza legalmente –lo codeó.

recibió una risa apagada como respuesta. el grabador reproducía el cassette de joy division que acababa de regalarle, las estrellas brillaban particularmente aquella noche.

⠀⠀─ ahora que soy mayor me puedo ir a la mierda.

tyler no lo miraba mientras hablaba, tenía los ojos clavados en las estrellas y de a ratos daba sorbos a la lata, absorto.

 ⠀⠀─ también.
         
  ⠀⠀─ te llevaría conmigo si me dejas.

 ⠀⠀─ ¿por qué?

⠀⠀─ qué sé yo, porque te mereces irte de acá –lo miró por primera vez desde que había empezado la charla–. no me iría sin vos.

josh rió.
⠀⠀─ ¿y cuándo te irías, entonces?

⠀⠀─ lo antes posible.

hablaba en serio. sus ojos se encontraron.

⠀⠀─ me estás jodiendo.

⠀⠀─ no, para nada. te lo juro. tengo el bolso listo, si haces el tuyo a penas podamos, nos vamos.

⠀⠀─ no es tan fácil.

tyler no lo entendía. ¿por qué, ahora que estaba decidido, josh se negaba? ¿no era lo que siempre habían querido? ¿lo que llevaban fantaseando hacía tanto? realmente no lo entendía.

⠀⠀─ en un rato puedo ayudarte a armar el bolso –dijo, emocionado.

antes de irse, después de que se terminaran todo el paquete con las latas, tyler agarró un bolso que encontró al fondo del ropero y comenzó a ordenarlo.

tyler era muy bueno armando y planificando equipajes, desde muy chico. 
cada vez que sus padres discutían, siempre pensaba en irse y llenaba su mochila de las cosas que creía necesarias. armaba valijas mentalmente imaginando diferentes situaciones que ocasionaban una huída, un viaje o una mudanza. siempre estaba listo.

la primera vez que armó una valija listo para irse, fue cuando dimitri desapareció.
   solo tenía ocho años y sus padres no dejaban de gritar en ningún momento, principalmente diana, que lloraba mucho y decía cosas que no entendía a través de las puertas cerradas.
pero cuando un pequeño tyler salió de casa y se perdió, un policía llamado andrew lo encontró y llevó de nuevo, a pesar de que el chico le pedía por favor que no lo hiciera.

huía buscando un hogar, o algo similar.
 
desde que eran amigos, josh era lo más cercano a un hogar que tenía, y estaba profundamente agradecido por eso.
   por eso no iba a irse sin él.

⠀⠀─ tyler –dijo para llamar su atención antes de que se fuera–, sé que nos vamos a ir de acá. pero a penas tengas la oportunidad, andate, no tenés porqué esperarme.

el nombrado asintió.
 ⠀⠀─ pero te voy a llevar conmigo –sonrió débilmente antes de saludarlo e irse con su regalo de cumpleaños.

la voz de ian curtis resonaba en la silenciosa noche del pueblo de dema, josh juntaba las cosas del tejado lentamente.
  tyler había olvidado el casette de joy division, donde había escrito una nota especial por su cumpleaños.

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