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⠀⠀─si mi papá se entera que estoy acá, me mata -susurró tyler cuando josh abrió la ventana y pudo trepar hasta la habitación.

⠀⠀─quedate tranquilo, no tiene porqué enterarse.
josh le sonrió con calma, contagiando a tyler, que le devolvió el gesto.

para tyler, la casa de los dun era un lugar prácticamente desconocido. las pocas veces que había ido, josh lo llevaba de la puerta a su cuarto y de su cuarto al tejado, a veces, muy pocas, también al patio.
y siempre se preguntó porqué. le parecían gente entrañable.
anna siempre le sonreía cuando entraba, si es que estaba, y daniel no hablaba, pero josh siempre hablaba de él, decía que era gracioso pero nada más. le daba la impresión de que eran padres demasiado permisivos, y a josh la poca atención parecía darle igual.

se sacó la mochila y sentó junto a jim, que dormía plácidamente ocupando toda la cama.
⠀⠀─traje una manta y algunas galletitas.

los ojos de josh brillaron de alegría, de todas las cosas que hacían juntos, sentarse en el tejado a ver las estrellas y hablar de lo que sea era su favorita. era un viernes como cualquier otro en dema, aburrido.

cuando daniel guardaba la escalera, subían por un árbol que crecía muy cerca de la casa, casi pegado, desde que josh tenía memoria. subir por el árbol era más divertido, pero no podían reírse muy fuerte.

en el tejado, tyler puso la manta con cuidado y se sentó sin hacer mucho ruido, sonriente.
⠀⠀─mirá todas las estrellas que se ven hoy.

josh se sentó junto a él, abriendo un paquete de oreos. todo lo que contestó fue un "wow" antes de comenzar a hablar de otras cosas.

dema era un lugar aburrido. no pasaban cosas interesantes a menudo, y cuando pasaban la historia se extendía, se hablaba de lo mismo durante días, semanas, meses.
ese día no tenían de qué hablar, así que se dedicaron a contar historias de terror, que terminaban en risas con cada comentario de josh.

se callaron un rato. ya era, probable, la una de la mañana.
josh miraba al cielo, limpiándose las manos con la remera.
tyler miraba a josh, y no podía evitar pensar que las estrellas se reflejaban muy bonito en sus ojos, que la luz de la luna quedaba bien con él; y que ahí, sentado junto a él, en el tejado, hablando, riendo y comiendo oreos, se veía más lindo que nunca.

se avergonzó un poco cuando josh lo miró, al parecer, estaba por decirle algo.
⠀⠀─¿estás bien? - le preguntó medio riendo.

tyler se acercó rápidamente, en un impulso, apoyando una mano en su mejilla, y lo besó.
se sorprendió a sí mismo al encontrarse en esa situación. besando a joshua, a su mejor amigo.

josh tardó en reaccionar. lo apartó, y se arrepintió al instante, cuando vió el cambio de expresión en tyler.

el castaño se separó aún más, rojo como un tomate y con lágrimas en los ojos, agradeció al universo por la mala iluminación.
⠀⠀─perdona -tartamudeó-, me tengo que ir ¿sí? se hizo tarde.

josh seguía ahí sentado, sin expresión alguna, aunque le hubiera encantado poder decir algo más.
⠀⠀─bueno, tené cuidado, ty - tyler se estaba levantando-. descansa.

tyler se fue, bajó torpemente del tejado, reteniendo las lágrimas. y cuando estuvo en el suelo, caminó tan rápido como pudo para poder llorar en paz, donde nadie pudiera verlo.

josh no se movió, ty había dejado su mochila y su manta, y probablemente no le hablaría por un día o dos.
juntó todo, sintiéndose peor que nunca, y volvió a la habitación. ninguna luz estaba prendida en la casa, en su habitación solo entraba un poco de resplandor entre las cortinas.

se recostó junto a jim y lo abrazó. había sido una buena noche, hasta que se comportó como un idiota.

al día siguiente no vio a tyler, así que esperó hasta el domingo para buscarlo en la iglesia.

HOMETOWN. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora