3 - INSTINTO -

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Esa imagen se hizo famosa por decir que la hembra cubría el cuello de su pareja de un ataque, pero cuando estaba buscando la imagen vi que era falso, todos los lobos en esa imagen son machos y el que está en el cuello estaba escapando y tropezó.

Pero se me hizo bonita y la voy a usar :>

Créditos de la fotografía en la imagen.

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— Cállate.

—Solo admite que están saliendo porque hueles a Todoroki todos los días.

—Si ya lo sabes para qué quieres que lo diga.

Denki infló sus mejillas y estaba por salir del salón a quejarse con Shinso cuando vio a este entrando con Shoto al lado, ambos hablando y pudo sentir a Bakugo ponerse de pie cuando esos chicos serios se sonrieron levemente.

—Kacchan.

—Voy.

Ambos rubios caminaron hacia la puerta pero se calmaron un poco al escuchar el tono en el que se hablaban.

—Pero si lo tuviste más fácil para entrar a UA, al departamento de héroes.

—Si, tal vez sea lo más fácil de mi vida. —Katsuki iba a tener un paro al corazón cuando vio al omega barrer con la mirada de arriba a abajo al otro. —Tu quisiste entrar aquí, yo no tenía opción. Y aún así, lo logré.

Su alfa interno ladro, tal vez sea lo más sexi que había visto en meses.

Pero al contrario Denki gruñó hacia Shoto, mostrando sus colmillos y tomando de un brazo a Shinso y poniendose delante de él, pareciendo casi un documental de lobos puso su cabeza en el cuello del alfa protegiendolo de algún ataque.

Que no iba a pasar, porque Shoto solo estaba defendiéndose de palabras venenosas que a veces soltaba Shinso.

—Calma a tu omega.

—Cierra la boca, imbecil.

Katsuki se puso tras Shoto y el omega hizo casi lo mismo que el otro, pero Katsuki no necesitaba protección pero agradeció internamente cuando el toque de Shoto deshizo el quirk que el otro había activado. El oemga estaba intentando hacer que Katsuki se aleje, todos conocían de primera mano como podía ponerse de agresivo y con el instinto de por medio solo iba a hacer un problema más grande.

—Todoroki-san solo estaba defendiéndose. —Comentó Yaoyorozu dejando a Jirou y Tsuyu tras ella.

Fue la primera en darse cuenta de los movimientos de ambos omegas, Denki sugiriendo una retirada porque sabía de primera mano las palabras crueles que solía lanzar el otro y que no tenían oportunidad en una pelea mano a mano con Bakugo.

—Pfff por supuesto van a defenderlo. —Comentó con acidez Denki.

—Shoto no necesita que nadie lo defienda. —El omega trago saliva cuando varias feromonas empezaban a exparsirse al aire. Katsuki sólo iba a lograr marearlo si seguía peleando territorio así. Esta vez el alfa cambió sus ataques verbales hacia el ojeroso que se había atrevido a hablarle mal a su omega. —¿O no lo viste llegar a la final del festival deportivo desde tu estúpida derrota?

—Si, también vi como casi lo matas después de dejar inconsciente a Uraraka.

El salón quedó en silencio, algunos jadearon ante esa delicada mención de esos encuentros.

Fue el turno de Uraraka de gruñir, pero fue detenida por Izuku.

—Yo no necesito que nadie me tenga compasión.

—Uraraka-san esta al nivel de todos, no necesita que nadie se contenga.

Aizawa suspiro cansado cuando entró a su salón de clases y sintió todas esas feromonas de adolescentes territoriales. Esperaba que con el tiempo dejen de pelear.

—Basta, disculpense y vamos a empezar la clase. Este es mi territorio y lo respetan, cachorros. —Dirigió su mirada a su aprendiz. —Y tu vas a mi oficina luego.










—Que idiota.

—También dijimos cosas malas.

—¡Pero que mierda es esa de que casi te mato! ¡Era una pelea! ¡No iba a dejarme ganar!

Shoto se encogió de hombros pero terminó estirandose y apoyo su espalda en el pecho del alfa. A veces quisiera tener una cama normal para que por lo menos Katsuki este cómodo, decía que le dolía la espalda por el futon.

—¿Te hizo algo? —Katsuki olfateo su pelo al mismo tiempo que Shoto negaba. —Hueles a él.

Shoto se olfateo así mismo y arrugó la nariz cuando sintió el aroma de moras en el. Antes que lo pudiera ya estaba Katsuki enterrando su cabeza en su cuello, cuidadoso de no rozar su glándula de aroma, soltando sus feromonas y rodeandolo.

—¿Puedo? —Pregunto bajito.

Katsuki asintió y fue bandera libre para darse la vuelta y empezar a resteegar su cuello contra del otro en un débil abrazo que ambos compartieron con vergüenza pero se iban a ahogar si seguían oliendo a mora u otro aroma de la clase.

Finalizaron rozando sus mejillas y cuando se alejaron fue Shoto quien junto sus narices y se movió de lado a lado, dando un besito esquimal que los dejó relajados a ambos.

31Donde viven las historias. Descúbrelo ahora