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Parejas.

Douma había recuperado su espíritu, el haber salvado a Akaza aumentó su confianza considerablemente, y volvió su actitud de siempre. Y con eso también los chistes y comentarios fastidiosos. Pero no podía evitarlo.

Akaza: espero que no me toque con el idiota de Douma -pensó mientras esperaba la respuesta del mayor.

Muzan: Kokushibo con Gyokko, Daki con Gyotaro, Nakime tú me acompañarás a mi como siempre.

Y por último Douma y Akaza.

Akaza: Ahg, ¡Por un demonio lo que faltaba!

Muzan le miró confundido.
—¿Qué? Pero si ustedes son bastante cercanos, por algo se dirigían ambos para acá, ¿no?

Douma: claro que sí amo, él solo está jugando, ¿Verdad Akaza?-dijo mientras veía al peli rosa sonriente.

Akaza: S-s-sí, por supuesto. Vámonos ya, tenemos una misión que cumplir.

Muzan no quedó satisfecho con aquella respuesta sin embargo no era su problema saber que se traían esos dos, con que cumplieran sus misiones era más que suficiente.
De no ser así tomaría medidas más drásticas pero por ahora los dejaría trabajar como quisieran.

Muzan: ¡Nakime! -Exclamó.
La mujer rápidamente tocó su Biwa y así desaparecieron sin dejar rastro; no sin antes susurrarle a los demonios que allí se encontraban lo siguiente
"No me decepcionen."

.⋅ εïз ⋅.

Las lunas abandonaron aquella fortaleza en seguida.
Akaza y Douma no fueron la excepción.
Ninguno sabía hacia dónde dirigirse y eran demasiado tímidos como para preguntárselo.

Es verdad que Akaza odiaba a Douma y que varias veces se había burlado de él y lo había golpeado pero eso solo pasaba cuando había alguien más presente.
Estando solos el ambiente era totalmente diferente.

Douma por su parte quería iniciar una conversación pero no sabía como hacerlo, por un momento pensó que Akaza lo haría primero y le agradecería por haberle salvado el pellejo pero ya había pasado un buen rato y aún no abría la boca para decir nada.

También deseaba preguntarle a dónde había ido realmente pero sabía que eso solo le haría enojar, y no es como si Douma no pudiera frenar sus golpes y causarle heridas peores pero había algo que se lo impedía.
Tal vez el deseo de caerle bien a Akaza era más fuerte.
Y aunque sabía que dejarse pisotear para lograrlo era muy lamentable no podía evitarlo.
Parecía no haber otra manera.

Douma: Bien, a dónde iremos prim... —¿Qué le dijiste a Muzan exactamente? -interrumpió el peli rosa con algo de molestia.

Douma: Lo que tú ya sabes, le dije que tu retraso se debía a un enfrentamiento que tuviste con un pilar y "nueve cazadores" bueno, no dije la cantidad exacta pero tú la agregaste después.

Akaza: Pero... ¿Por qué? Uno no mete las manos al fuego por otro. Y especialmente tú, enfermo. Amas ver el caos y el sufrimiento de los otros.

Douma: Ni siquiera yo lo sé, solo sentí la necesidad de hacerlo. Además ya era la segunda vez que llegabas tarde, temí que el amo pudiera dañarte.

¿Por Qué Te Escondes? | Akaza x Douma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora