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— Dime... —Empezó a hablar mientras sentía las caricias en su piel subiendo y bajando con las yemas de sus dedos — ¿En donde te ves en diez años?

— Muerto —Rió —Mentira... ¿En donde me veo en diez años? Hmm — Tarareó mientras pensaba —Yo jamás había pensando en esas cosas.

— ¿Nunca? —Preguntó aún sintiendo sus caricias, esta vez desde su cintura hasta el puente de su trasero — Yo si me veo en diez años.

— ¿Donde?

— Esparciendo tus cenizas en mi cuerpo —Bromeó haciendo que Han soltara una risa melódica.

— Eso sería amarme hasta el alma —Sonrió — Sería atractivo hacer eso, por favor hazlo cuando eso pase... espera... ¿Me estás llamando viejo?

— Uno: sería demasiado aterrador hacer eso y dos: claro que no te estoy llamando viejo... ¿O si? —Rieron.

— Retráctate —Rió con ella.

— Por favor, debes mirarle el lado bueno a esto...  —Acomodó su cuerpo, para ir a sentarse encima de su regazo y así poder ver su rostro — Eres uno de los primeros "viejos" en hacerme llegar al orgasmo.

— ¿Unos de los primeros? ¿Hay más gente mayor con la que te has acostado?

— Por supuesto que si... ¿Que pensabas? ¿Que eras el único?

— ¿Ah si? Que bien... — Su cara había cambiado, apartando la mirada en sus ojos para hacerle saber que no había gustado lo que había dicho.

Ella rió con ganas.

— Si tan solo pudieras ver tu cara —Empezó a reír mientras que Han tenía una sonrisa liviana en su rostro —Eres el único que con el que hago esto... bueno, eres el segundo con el que me acuesto.

— ¿De verdad? —Preguntó a pesar de que lo sabía, mordiendo sus labios sin despegar sus ojos de los de ella.

— Si —Le dio un pequeño beso.

El silencio entre ellos era tranquilo, lo único que hacían era contemplar lo perfectos que se veían en los ojos de cada uno. El sol del atardecer era el toque que daba para ver lo hermosa que se veía reflejándose en su piel.

La menor empezó a moverse sintiendo como sus partes íntimas rozaban una vez más. Haciendo que la menor se aferrara a su cuello y Han disfrutara de lo bien que se movía.

Uno que otro suspiro salía de los labios del más mayor, sintiendo sus manos apretar sus senos ligeramente aún regalándose besos, mordidas y suspiros a sus labios.

— Me encantas.

— Me encantas.

Rieron al sentir como había susurrado las mismas palabras al mismo tiempo, besándose una vez más sintiendo como esta vez Han jaló de su labio inferior, cortando así el beso.

— Siento que estamos contentados —Susurró Han pegando su frente con la de ella, sintiendo que debía decirle lo que sentía en esos momentos —Por favor nunca te vayas de mi vida...

— Yo no me iré de la tuya si tú no te vas de la mía... no me iré si tú no me apartas —Susurró entre sus labios.

— Yo nunca te voy a apartar...

— ¿Lo prometes?

— Por supuesto que lo prometo... pase lo que pase siempre estaré contigo —Susurró Han en sus labios una vez mas, dándole un beso para después sonreír.

— Es hora de que nos preparemos para la cena... llegaremos tarde —Rió.









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El auto se estacionó en frente de la casa, sintiendo como el volante de este estaba lleno de sudor proveniente de las manos de Han.

____ se había dado cuenta, le parecía tierno verlo nervioso, jamás se había comportado así y se veía lindo.

— ¿Estás nervioso? —Preguntó, intentando no reír con ganas.

— Estoy nervioso —Confesó Han — ¿Si no les gusta como me visto? ¿Si dicen que soy mayor para ti y se mudan a otro estado? —Rieron.

Bajaron del auto caminando por el camino de piedras que tenía esta. La menor le había tomado de la mano, regalándole una mirada de seguridad.

Podía sentir como sus manos sudaban y las ganas de apretar la mano de su chica con fuerza aumentaban.

— Eso no va a pasar —Sonrió — Estará todo bien, solo se tu mismo... no tanto pero se tu mismo.

— Tengo miedo de entrar por esa puerta y que todo se vaya a la mierda —Han tenía un mal presentimiento.

— Miente que tienes veintidós, siempre funciona —Sonrió, dándole un pequeño beso en la mejilla y así tocar el timbre. A Han se le pareció raro pero ella se había adelantado — Es solo para avisarle que estamos aquí y darle tiempo de que arregle todo.

Han rió. La menor, al ver que nadie contestaba la puerta, tomó las llaves de su mochila abriéndola.

La sala estaba vacía pero la mesa estaba puesta. Han se había quedado atónito al no ver nadie pero estaban solos en la casa, lo cual le daba oportunidad de adaptarse y no sentirse tan nervioso.

— ¿Donde están tus padres? —Preguntó Han sentándose en el sofá después de que la menor indicara que lo hiciera.

Ella se encogió de hombros, sentándose en su regazo con sus piernas de a cada lado, con una fresa en sus dedos.

— No sé... pero estamos solos —Puso la mitad de la fresa que quedaba en su boca para acercarse a la boca de Han, este había sonreído entiendo la señal de lo que ella quería hacer.

Comió la fresa que estaba en sus labios para luego armar un beso que sería interrumpido por un carraspeo.

Doni los había visto mirando por la puerta antes de que llegara su madre.

— Acomódense antes de que tu madre los vea —Defendió, tomando el pastel de sus manos viendo a su hija junto con Han esperándola en el sofá.

DIRTY | HAN JISUNG. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora