La atracción le puede ocurrir a cualquier persona, lo sé, pero... creo que tengo un problema con eso, a decir verdad siempre me ha pasado eso, la atracción nunca esta de por medio conmigo, es como si tuviera alguna clase de barrera que le impidiera a esa sensación estar en mi cuerpo.
¡Soy inmune a la atracción!
Pero está vez fue tan distinto que me asuste. Tenía sed, mucha sed, pero en lo único que podía pensar era en una bebida refrescante con demasiado hielo, tanto que pudiese congelar mi cerebro por completo, corrí hacía una de las tiendas cercanas a la universidad, no salude a la persona que se encontraba del otro lado del mostrador. Mi mente estaba enfocada en una sola cosa, no tenía tiempo para detenerme a saludar.
Me dirigí hacía la parte trasera de la tienda en dónde se encontraba una hilera de refrigeradores, todos estaban casi en su totalidad llenos, me dirigía hacía uno en que solo se encontraban las bebidas deportivas y las bebidas energéticas, abrí de inmediato el refrigerador y toque las botellas hasta encontrar la más fría de todas.
Cuando por fin tuve en mis manos el más grande de los tesoros, me dirigí hacía el mostrador, probablemente el destino me tenía una mala jugada, probablemente pienso demasiado en todo lo que me pueda llegar a suceder es obra de los lazos del destino. Pero simplemente de solo mirar a quien se encontraba detrás del mostrador, quedé paralizado.
- ¡Buenos días! ¿Es todo lo que llevarás? -sentí como quitaba la bebida de mis manos y escuche claramente como tecleaba el código de barras de la bebida-. Son...
Ni siquiera escuche el precio, sabía lo que tenía que pagar, tenía el dinero en mis manos, y simplemente se lo entregue, parecía un robot, medio las gracias y yo hice lo mismo, tarde unos segundos, los cuales parecieron minutos para que por fin saliera de la tienda.
Camine un par de pasos y por fin pude parpadear, esos ojos finos, esa singular sonrisa y ese cabello rizado que apenas cubrían sus cejas, jamás me había sentido así, era una sensación nueva y muy extraña.
No dude en sacar mi teléfono celular y marcar el único numero que se encontraba hasta ahora en mis favoritos.
- ¿Sí? -la voz adormilada de Felix se escucho del otro lado de la línea-. ¿Sabes la hora que es? Tengo sueño... ayer fue el peor día de mi vida, y solo te la pasas marcan...
- Sé que son las siete de la mañana, corrí desde las cinco y por la posición del sol lo sé, ahora solo escucha lo que tengo que decirte.
- ¿Qué pasa? Es raro que me llames a esta hora, y espero sea importante, o cortaré tus preciados testículos...
- Creo que me enamore...
- ¿Qué?
Pase mi lengua por mis labios y solté un suspiro.
- No es una broma si es lo que piensas, pero debiste verlo, jamás me había sentido el chico más tonto del mundo, ¡parecía inclusive un estúpido robot de primera generación con solo estar frente a él!
- Espera, espera, ¿estás diciendo que te enamoraste? -afirme con la cabeza a pesar de que sabía que Felix no me veía-. Estás demente, ¿y lo conoces?
- Acabo de conocerlo.
- ¿Me estás jodiendo, Hwang Hyunjin? ¡El amor a primera vista no existe, idiota!
- Ahora no lo sé, Felix... acabo de experimentarlo y ¡Joder! No sé que demonios hacer.
- Hablaremos de esto después, ¿sí?
- ¡Más te vale que así sea!
Estoy confundido, muy confundido, pero si así es como los protagonistas de una película de romance sienten cada que ven a la persona indicada de la cual de enamorarán, entonces es magia. Pero maldición, ¡esto no es ninguna película de romance y no me enamoraré ni él se enamorará de mí en cuestión de dos días!
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𝘍𝘪𝘳𝘴𝘵 ||HyunLix||
RomanceHwang Hyunjin jamás ha dado un beso, jamás se ha enamorado y mucho menos ha sentido atracción por alguien más. Lee Felix es igual que Hyunjin, ambos chicos son amigos desde hace tiempo, pero Hyunjin se ha sentido confundido, cree en la posibilidad d...