Mensajes De Un Desconocido [TRILOGÍA LATIDOS #3]

6. Un Nuevo Amigo

Empezamos a arreglar toda la biblioteca, no soy mucho de leer, pero esta biblioteca me hace querer hacerlo, tiene un lado para los clientes y otra para las personas que solo quieren leer un rato, pero no comprar. Parece la biblioteca que tenía la bestia en la película de la Bella y la Bestia.

Yo estoy atendiendo y Jack arreglado. Decidimos que nos arreglaríamos así, y mañana cambiaríamos. Cuando ningún cliente llegó mire en la dirección de Jack, se mira un chico amigable, me gusta analizar con quienes trabajo para saber si son aptos para ser mis amigos.

Mi vista estaba muy fija en él, Andrea siempre me ha dicho que debo dejar de hacer eso pero es inevitable. No logro controlarlo. Arruga su nariz cuando coloca los libros en la estantería tratando de que no se le cayera ninguno. Mueve su cabeza muy lentamente al ritmo de la música que está sonando fuera del lugar.

Creo que si sigo viéndolo de esta manera voy a ver hasta su alma. Sacudí la cabeza mientras suspiré . Cuando Jack me vio le sonreí para evitar verme como una loca acosadora y fingi que fue por casualidad que nos vimos. Jack dejó caer un montón de libros, provocando que lo mirarán, cerró muy fuerte sus ojos y empezó a levantarlos rápidamente.

Iba a ir a ayudarlo cuando mi celular vibró por una notificación. Volví mi vista a Jack y note que ya los había recogido. Saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón.

Número desconocido

¿Y ahora que quiere?

Buenos días desconocida ¿Cómo amaneciste?

Yo.
¿En serio no has borrado mi número?

Número Desconocido.
Hola desconocido , muy bien, ¿y tú?
Yo bien gracias.

Estúpido.

Tú no hagas nada estúpido. Por favor.

Yo.
OK.
Hola, bien, amanecí bien, ¿y tú?

Número Desconocido.

Pensando en ti.

Hombre tenía que ser.

Yo.
Me alegra.

Número Desconocido.

¿No dirás que tú también piensas en mí?

Yo.
¿Debería?

Número Desconocido.
Debo confesar que eso sí me dolió, desconocida.

Reí, cubrí mi boca con mis manos para que no viera que me rio. La baje inmediatamente, se que él no me mira. Pero quiero que se imagine que en estos momentos me estoy burlando de él.

Yo.
No me llames más desconocida, por favor.

Número desconocido.
¿Cómo deseas que te llame?

Di golpecitos a mis labios con el teléfono pensando. Sonreí cuando una idea me vino a la cabeza.

Yo.
Verás, mi padre solía llamarme rojita porque me sonrojo fácilmente.

Número Desconocido.
Entonces rojita será.
¿Qué haces rojita?

La puerta se abrió anunciando a un cliente, baje el teléfono.