Mi profesora de Quimica

Maratón parte 3

En la oficina del subdirector

- ¿Por qué estás aquí Miller? —gruñó el subdirector con su expresión diaria ... Una cara amargada la cuál consistía en unos ojos que te miraban siempre en forma de sospecha, ceño fruncido el cual hacía más profundas sus arrugas y la boca doblada un poco hacía un lado. Parecía esos viejos que se acostumbraron a fumar pipa o tabaco y el gesto de su boca quedaba un poco torcida.

El director era un viejo un malhumorado al que la mayoría de los estudiantes le temían. Se conocía por ser rígido con todos los estudiantes y siempre poner castigos memorables los cuales eran de una u otra manera aprobados por Cat.

Si había una cosa que Snapper (El subdirector), odia en el mundo era a los jóvenes y adolescentes. Decía y pensaba claro, que en esa etapa eran más insoportables, las hormonas, el desarollo de los adolescentes, la etapa temprana de rebeldía y cuando empezaban a quemar etapas.... diossss, el viejo odiaba casi todo, aunque a ellos los odiaba un poco más. Aunque por su parte de divertía impartiendo castigos que los hacía llorar y temerle. Eso lo disfrutaba.

- Calma viejo. Solo me voy un par de semanas y mira que uno pensaría que las cosas por aquí cambiarían pero sigues igual de gruñón que siempre —dijo el estudiante sin ninguna pisca de miedo. Lo retó con burla y Snapper solo podía poner esa cara amenazante de disgusto que espantaba a todos, más este solo sonrió nuevamente con burla. - Relájate viejo, solo venía porque me dijeron que viniera a_....—

- No te he mandando a llamar niño, ahora vete a hacer tus cositas de hombrecito y déjame trabajar —resopló Snapper disgustado mientras el chico solo reía divertido

- Al parecer me has extrañado. —suspiró el muchacho. - Aunque estoy siendo sincero. Cat me citó a su oficina pero no hay nadie. Por eso venía. Cat siempre es muy puntual en sus citas —agregó el chico pensativo mientras Snapper asentía con el mismo gesto

- Escucha mocoso. No sé para que te llamará Cat, pero ya que estás aquí, cuando vayas a tu aula de clase dile a la profesora Luthor y a Danvers que vengan a mi oficina —mandó y el chico lo miró con el ceño fruncido

- No soy tu chico de los mandado pero.... ¿De cuál Luthor estamos hablando? —preguntó simulando inocencia a lo que Snapper hastiado hizo una mueca que simulaba decir ... ¿Y tú a quien crees?

El chico salió de la oficina de Snapper sin nisiquiera despedirse claro. Solo salió caminando a paso lento mientras sus manos estaban metidas en sus bolsillos y tarareaba una canción que ni sabe dónde la había escuchado. Mientras caminaba, el chico pensaba que era agradable volver, aunque había escuchado un par de rumores interesantes. Escuchó que habían llegado tres alumnas nuevas y que al parecer eran igual de populares que él. Eso lo tenía un poco intrigado, solo tenía curiosidad porque también escuchó que las alumnas nuevas eran un desastre y lo confirmo al escuchar a Cat enfadada y gruñendo hasta por los oídos.

Tenía que admitir que lo único que le agradaba de volver era ver a su profesora favorita. Daba la mejor área y además era muy sexy. Todo un sueño.

¿Será qué... Debía llevarle flores?

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Kara se encontraba un poco malhumorada. Sentía que Lena aún estaba resentida con ella y nunca el día y por ende esa jornada de clase se le había ido tan larga. Quería que todo terminara rápido para poder acercarse a la pelinegra y hablar con ella, escuchar su voz y besarla suavemente para transmitirle que en serio la había extrañado y mucho. Además de que ya tenía la posible solución a todos sus problema.

La rubia se sentía un poco preocupada además de que la pelinegra solo le había dado una o dos miradas durante las casi tres horas de clase que llevaba explicando. Estaban repasando Tabla periódica, y todos sus derivados, símbolo, periodo, grupo, número atómico, masa atómica, número de moles .... Y diossss, eso ya se lo sabían, solo quería un poquito de atención o un besito tal vez.