Cartas a una extraña

Preguntas y respuestas

Parte de mi se siente culpable, pero otra sabe que soy inocente. Después de que me acusaran de intento de homicidio, gracias a Mona, me llevaron a la estación de policías, en una celda cuadrada oscura. Ahí estuve esperando horas y horas que alguien viniera, y a veces pensaba que nadie iba a venir. Pero si llego alguien.
Alguien entro a la celda por una puerta de metal. Y vi a un señor calvo observándome o mas bien examinándome.
-Mi nombre es Batt Honsom, estoy aquí para hacerles unas preguntas- sacó una libretista en su bolsillo y preguntó -¿va a contestar con total honestidad y correctamente a mis preguntas?
-Si- contesté.
-Perfecto- dijo este y sacó su pluma -¿Donde estaba usted cuando atropellaron a Elizabeth?
-Con ella, fuimos a tomar un café, se tenía que ir, así que se despidió rápidamente y salió de la cafetería, y cuando salió la atropellaron.
-¿Usted la conocía?
-Si
-¿Entonces usted no la intento matar?
-No
Durante un rato, nos mantuvimos en silencio, un silencio que casi podía escuchar el sonido del silencio. Y en ese silencio, el hombre me estaba observando, como si buscará algo en mi expresión. Hasta que por fin dijo.
-La testigo dijo que usted estaba en el auto e intento atropellar a Elizabeth saliendo de la cafetería.
-¿Quién es la testigo?- pregunté, aunque yo ya sabia quien era pero necesitaba confirmar si era ella o no, o si me equivocaba respecto a Mona.
-Para que preguntar, si esta aquí- alguien abría la puerta, una silueta que al acercarse, era Mona -su papá es el comisionado, y es por eso que es una testigo confiable.
A veces me preguntaba por que le creerían a Mona respecto a que yo hice esto, pero ahora la pregunta se me hace muy estúpida y la respuesta muy fácil de responder.
-Esta mintiendo, cuando se despierta Eli ella terminara en una celda- lo dije con tal furia que me miraron con sorpresa y miedo.
-Eso si que es un inconveniente- dijo el hombre -no quería hacer el problema más grande, pero me obligan hacerlo, los citó los dos a una corte judicial mañana a las dos de la tarde.

Después de que dijera aquello ese hombre, me liberaron con algunas condiciones, pero me liberaron. Y lo aproveche para ver a Eli, así que fui al hospital.
Fui a su habitación y no podía creer lo que veía, Eli estaba despierta. Abrí la puerta para abrazarla, pero ella me miro confundida
-¿Quién eres tú?