Cartas a una extraña

La chica perfecta

En las dos semanas siguientes, no deje de escribirme con Eli, hablábamos de todo, desde de política, hasta de un árbol. En una ocasión me pregunta si creía en lo más mínimo en el amor, por lo cual respondí: solo en el verdadero amor.
Creo que poco a poco ella se esta enamorando de mi. Y yo poco a poco me estoy enamorando de ella.
Igualmente, en las dos semanas siguientes, Mona no me ha dejado en paz, siempre me pide que salga con ella, pero siempre le invento algo. En una ocasión, fue a mi departamento para usar el baño, pero Mona se tardo mas de lo inesperado, no dejaba de decir que bonita casa y ese tipo de cosas. Por lo cual le respondí: ¿ya dejaste de usar el baño?. No se como hacerle entender que no quiero nada con ella.

Un día antes de que viniera Eli, hice dos cosas, la primera fue llamar a Mona e invitarla a mi departamento.
-Me alegro que llamaras- dijo Mona sonriente.
-Eh si, escucha, en estos días voy a estar muy ocupado, así que te pido de favor que me dejes en paz por un tiempo- fue la mentira mas conveniente que se me vino a la cabeza.
-¿Solo por unos días?- dijo con unos ojos cristalinos.
-Si, no es para llorar, si quieres cuando este desocupado te llamo- mentí.
-Lo prometes- dijo limpiándose las lagrimas.
-Ehh, lo prometo.
Cuando le dije eso, se despidió y se marcho.
La segunda cosa que tenía que hacer era escribirle a Eli:
"Estoy muy emocionado, ya quiero conocerte. Por cierto tengo muchas dudas, ¿a qué hora llegas? ¿Cuántos días te vas a quedar? ¿En donde te vas a hospedar? Creo que son muchas dudas, creo que son los nervios. En fin, nos vemos mañana."
No espere una respuesta, pero si la recibí al día siguiente, mientras me estaba durmiendo. ¿Por qué siempre me llegan cuando estoy durmiendo? Empece a leerla:
"No son muchas, y yo igual estoy nerviosa. Llego hasta las ocho de la noche. Me voy a quedar como... Tres semanas. Me voy a hospedar en un hotel. Nos podemos ver en Olive Garden, como a las nueve. Nos vemos allí".
Nunca había estado tan nervioso. Me tarde como dos horas en elegir mi ropa. Era un traje de gala, pero no quería ir tan elegante, así que me quite el moño. Ensañe todo el día para como debería presentarme, hasta que fue oscureciendo. Salí del departamento y baje las escaleras del edificio. Pedí un taxi y me dirigí al Olive Garden.
Cuando legue al restaurante, le pague al taxista y me baje del taxi. A pesar de que no había viento, tenía frío.
Entre al restaurante, y me precipite de un problema, ¿cómo sabía quien era Eli?.
-Disculpe, ¿tiene reservación?- preguntó el gerente.
Me quede dudando y respondí:
-Si a nombre de Elizabeth.
-¿Apellido?- me preguntó.
-No lo se.
-No hay ninguna persona que haya reservado con ese nombre.
-¿Y el nombre de Eli?- pregunte esperanzado.
El gerente vio su lista y exclamo:
-Sígame.
Pasamos por un laberinto de mesas y meseros hasta que llegue a mi mesa. Sentada, había una chica, vestido azul, ojos esmeraldas, (los ojos mas bonitos que eh visto), y un cabello del color del oro.
-Hola, soy Eli.
Es perfecta.