Taehyung, tu mejor amigo de la infancia al que juraste amor eterno, se va del campo a la ciudad para estudiar en una de las mejores universidades para abogados.
Después de muchos años, por cosas del destino regresa al campo y comienzan a hablar de n...
Mi teléfono comenzó a vibrar y lo saqué de mi bolsillo para ver quién era. No tenía pensado contestar hasta que vi el nombre del remitente, era Chaerin.
Cuando vi su nombre comencé a recordar todos los momentos que viví con ella. La conocí en un evento muy importante en la ciudad. Nuestros padres nos presentaron e inmediatamente organizaron citas para vernos nuevamente. Sabía muy bien todo lo que seguiría después de ahí pero aún así acepté, asistí a la primera cita con ella.
Chaerin era muy femenina y a primera vista comprensiva así que le pedí que saliera conmigo vez tras vez hasta que nos hicimos novios. El tiempo pasó y comencé a conocerla un poco más: no me gustaba. Era muy sencillo explicar por qué, no era Hyein. Toda la vida me había hecho la idea de vivir con Hyein por el resto de mis días pero en ese momento me encontraba en una situación que no tenía escapatoria, y por ende, no podía volver al campo con Hyein, mi padre me lo tenía prohibido.
Años atrás, recién llegué a la ciudad, mis compañeros de cuarto me prestaban su computadora para mandar correos a Hyein, ya que mi celular no funcionaba muy bien del todo. Hablamos durante casi un año hasta que papá se dio cuenta que tenía sentimientos por ella y me prohibió seguir en contacto con ella. Yo acepté ya que mis planes eran regresar a casa una vez terminara de estudiar. Me enfoqué en mis estudios al cien por ciento hasta ser el mejor de la clase. No quería que mi padre me fuera a reclamar nada o quejarse con mamá de algo; ella ya tenía suficiente al lidiar con todo en el campo sola que no quería que se preocupara por mí. Papá se mudó por completo a la ciudad y ahora era mamá la que lo visitaba los fines de semana.
Años después, al terminar mi carrera, me dispuse a regresar al campo de una vez por todas pero mi papá me encontró en el aeropuerto y rompió mis boletos de regreso a mi hogar, mi verdadero hogar. Me dijo que se encargaría de que las cosas no me funcionaran si me iba de la ciudad pero que, si me quedaba, me ayudaría a conseguir el éxito. Me detuve unos minutos a pensar y me di cuenta que en realidad no tenía nada que ofrecerle a Hyein, así que me quedé, según yo, solo por unos años más.
Cuando reaccioné ya me había alejado bastante de Hyein y los años también habían pasado a toda velocidad. Mamá me decía por llamada lo bien que se encontraba mi mejor amiga y hasta llegué a pensar que tal vez ella y yo no estábamos hecho el uno para el otro así que comencé a buscar por otros lados... y así fue como conocí a Chaerin. Fue una manera inconsciente de encontrar a alguien que cubriera ese vacío que había en mí debido a la ausencia de ella.
Me di cuenta muy tarde ya que cuando quise hacer algo ya estaba programada la boda, y no podía fallar. Mi papá había hecho todo lo posible por hacer los arreglos matrimoniales y ganaría una fortuna al firmar los papeles. A mí no me importaba el dinero, solamente quería hacer lo que papá creía mejor para mí así que acepté.
Un día antes decidí que lo mejor era volver y renunciar a la boda costara lo que costara, así que el día que volé hasta aquí, fue el mismo día de la boda, sin embargo yo no me presenté como novio, solo fui a hablar con Chaerin y le dije que todo había acabado. Me amenazó diciendo que me arrepentiría de todo y que le rogaría volver con ella por mi propio bien. La ignoré y tomé el avión para venir hacia Hyein. Ambos estábamos condenados a vivir una vida sin amor ya que tanto ella como yo, no sentíamos amor por el otro.
Eso fue lo que pasó.
Contesté la videollamada y lo único que podía ver era un montón de rosas rosa pastel.
-Adivina donde estoy - dijo feliz. -¿Te gusta? ¡porque a mi me gusta demasiado! ¡¡qué hacemos!! - podía notar su emoción lo que me hizo sentir incómodo. - No te preocupes, les dije que habíamos pospuesto la boda - sonrió.
-Pero eso no fue lo que pasó - dije serio.
-¿Y qué querías que dijera?
-Les hubieras dicho a todos la verdad.
-La verdad es que nos casaremos, solo estás algo confundido.
Sonreí con ironía y me crucé de brazos.
-Y por eso ya me encargué de reprogramar la fecha de la boda, ¡todo estará bien!
-Lo siento Chaerin, pero yo no -
-¡Hola Tae!
-¿Hyein? - dije sorprendido al ver a Tn así que simplemente colgué la llamada. No me importaba seguir discutiendo con Chaerin así que mejor le presté atención a Tn.
-Déjame arreglar eso - me acomodó la corbata ya que la traía desajustada y sonreí tiernamente al ver el dulce acto.
-Caminaba por aquí y vine a saludar - notó mi rostro preocupado - No sé qué está pasando porque te ves muy angustiado, pero estoy segura que tiene solución.
Asentí con la cabeza mientras pensaba en las palabras que me acababa de decir y me retiré del lugar.
-¡Bye Taehyung!
Al escuchar su dulce voz despedirse de mí, decidí regresar.
-¿Se te olvidó algo? - preguntó y yo sonreí. Me acerqué a su mejilla y le planté un pequeño beso.
-¡Bye Hyein! - dije y me fui sonriendo.
-¡Te veo al rato Tete! - me gritó a lo lejos ya que cuando ella reaccionó yo ya había caminado algunos metros.
Estaba completamente enamorado de ella y ahora tenía el valor de enfrentar todos los retos que vinieran, incluyendo a mi papá.
Ya no me iba a esconder, ahora debía hacerme responsable de mis propias decisiones.
Hyein
Veía a lo lejos a mi querido Tete. ¡Me sentía tan feliz de tenerlo de regreso conmigo!, y al parecer estaba tan feliz que no me percaté que alguien se acercó lo suficiente hacia mí como para tocar mi hombro.
-¡Mucho gusto! Soy Chaerin - se presentó.
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