Fábrica de Alfas▪︎L.S.

Prólogo

Louis esta angustiado. Se han quedado sin comida, Zayn esta enfermo al igual que su padre Will, Gray tiene que cuidar a ambos y Liam no ha regresado en dos días.

Will y Zayn contrajeron una leve hipotermia que ha estado durando un par de días, Gray los estaba cuidando con dedicación y cariño, así que era Liam quien salía de su escondite en lo mas profundo del bosque para cazar comida, e incluso recolectar frutas suficientes para que Will y Zayn pudieran mejorar; pero el alfa mayor no había regresado en dos días, y Louis estaba desesperado.

—¡Debo ir a buscarlo, padre! —exclama el alfa mas joven, casi enojado—¡No hay nada para que puedan mejorar, Liam no aparece y es solo cuestión de tiempo para que Zayn empeore por la lejanía de su alfa!

Su padre niega, aún mas enojado.

Están peleando a mitad del bosque, fuera de la cueva, asegurándose de que Will y Zayn no puedan escucharlos. Ciertamente, es la primera vez que pelean, gracias a que Gray aseguraba que Louis seguía siendo demasiado pequeño para tomar esas riendas; Liam había alegado lo mismo, por lo que fue él quien decidió tomar las riendas del problema. Zayn, en cambio, había contraído la hipotermia gracias al invierno en la ciudad, a pesar de ser un alfa, era el único capaz de hacerse pasar por un omega, era una completa locura qur pudiera manejar su olor como lo decidiera; así que había ido a la ciudad, robó suficiente ropa para todos y regresó. No era la primera vez, pero si era la primera en la que contraía una enfermedad severa.

Louis se negaba a no ayudar.

—¡Louis, puede ser peligroso! —grita Gray, de regreso—¡Ni siquiera has ido solo, no podemos arriesgarnos a que tu tampoco regreses!

A pesar de estar muy asustado, Louis no retrocede ante la voz de su padre.

—No me asusta tomar el riesgo. —afirma Louis, con un pequeño nudo en la garganta—. Yo también soy parte de esta familia, yo también soy un alfa. Tu no puedes ir a buscar a Liam, yo debo hacerlo.

Gray niega.

—¡Nosotros no seremos aceptados en esa sociedad, jamás! —Gray se acerca a Louis, entristecido y enojado—. No conoces los límites del bosque, no hemos vivido ocultos porque nos de la gana, Louis.

El alfa menor niega.

—¡Yo no quiero ser parte de esa sociedad! —exclama, apenas con valor—. Yo solo quiero buscar a mi hermano, solo quiero hacer algo bueno por primera vez. También puedo ser valiente, padre.

Louis lo confronta, a pesar de que su padre es mas alto, mas fuerte y mas aterrador; lo confronta, porque nunca ha sido capaz de demostrar lo que puede hacer.

—Y lo haré de cualquier forma.

Sin embargo, el no es un alfa antiguo; para nada. Gray, si lo es, tiene demasiado tiempo viviendo de esta forma, tiene demasiada experiencia y Louis es solo un alfa de dieciocho años que apenas hace un par de meses logró transformarse y, gracias a eso, ha decidido que es fuerte y valiente.

Cuando no lo es.

Su padre se acerca, amenazante.

—Ve, haz lo que quieras, entonces. —gruñe—. Pero cuando Liam regrese como siempre lo hace y tu no tengas ni la menor idea de como regresar a casa, no te atrevas a aullar por nuestra ayuda.

Louis, finalmente, se siente como un pequeño lobo. Un pequeño lobo que, con grandes posibilidades, ha perdido su hogar.

—No esperes que regrese, Gray.

Louis se da la vuelta, enojado y triste. Fue la primera, la única vez, en la que su padre le había gritado; y no era el acto de gritar, sino que también las palabras que había pronunciado. Fue casi como si lo hubiera sentenciado a no tener un hogar nunca más, el único lugar que todos tenían, porque literalmente no había nada mas que ellos en ese desolado bosque.

Pero encontraría a Liam, o dejaría de llamarse Louis.

Salta por algunas  piedras que rodean la cueva y, cuando se ha alejado unos pasos, y su padre ya no puede verlo, se saca la ropa y la dobla para llevarla entre sus dientes.  Se transforma, sus huesos crujen y algunos incluso llegan a doler, pero sostiene la ropa y corre en forma de lobo, comenzando a atravesar el bosque.

Recuerda el camino que Liam tomó; seguía un río, que terminaba suficientemente lejos de la ciudad para conseguir cazar sin problema alguno.

Prestó atención a todas las palabras dichas por el alfa mayor.

Sin embargo, en algún punto del río, ya no se siente del todo fuerte, y esta sediento, por lo que se detiene a un lado del río para beber algo de agua. No ha comido en tres días, pero cree que puede soportar mas que eso, por supuesto que puede, Will lo ha educado muy bien.

Hasta que, cuando se gira para continuar  su camino y levanta la mirada, lo ve.

Un omega, no tiene idea de como lo sabe, pero lo hace. Sabe que es un omega, con dulces rizos en su cabello y piel pálida, una figura delgada y facciones dulces y redondas.

En su interior, se mueve un pensamiento.

Mi omega.

Se alarma al instante, no sabiendo como manejar eso. Quiere quedarse, y escapar al mismo tiempo.

—¿Mi alfa?