II. ¡Alfas en Casa!

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A Liam nunca le ha gustado estar lejos de casa.

Tal vez se ha acostumbrado demasiado a estar siempre con su alfa, sus padres y su pequeño hermano, pero, si es honesto, simplemente no disfruta de la lejanía y spledad. A pesar de eso, lo hace cuando es necesario; sale a cazar, recolecta agua, fruras, plantas medicinales y madera para el fuego.

Nunca se había perdido, y no puede estar mas asustado cuando han pasado dos días, y él aún no encuentra la forma de regresar a la cueva. Se mantiene en su forma lobuna, con bolsas de cuero a ambos lados de su lomo que resguardan sus provisiones, y que son suficientemente pesadas para mantenerlo cansado por mas que un par de horas; extraña a su alfa y eso comienza a hacerse presente, solo logrando aumentar el cansancio de su cuerpo y mente. Se siente realmente agotado, necesita llegar a la cueva y descansar; cree que va a derrumbarse en cualquier instante y nadie va a poder ayudarlo.

Ignora cualquier clase de pensamiento. Recuerda a su alfa enfermo y a la espera de su llegada, motivándose para continuar.

Oh, y a su padre, también.

—También es un nombre precioso.

Sus sentidos se agudizan en el momento que escucha la voz de un omega, no demasiado lejana. No le lleva mas de dos segundos notar también el conocido olor de su pequeño hermano; Louis, huele a Louis, cerca de la voz de un omega.

Louis esta solo en el bosque. Con un maldito omega.

Esta seguro de que el alfa estuvo queriendo salir a buscarlo en cuanto notó que llevaba demasiado tiempo afuera, incluso podría apostar que intentó seguir el río y, al igual que él, terminó perdido. Jodido imbécil, lo reprocha mentalmente, no realmente enojado; se mueve entre los árboles, asegurándose de no ser visto por ninguno de los adolescentes, y se alarma en cuanto ve a Louis, su pequeño hermano, junto a nadie mas que el omega hijo de la presidenta.

Su corazón se paraliza, aún mas cuando ve la chaqueta en los brazos de Louis, su pierna vendada y sus mejillas rojas. No confía en el omega, no podría confiar en el omega aunque quisiera.

—¿Lo crees? —pregunta el alfa, algo confundido—. Siempre he creído que es un poco ridículo.

Liam ve al omega negar, provocando que su mente comience a maquinar una solución. Louis no va a irse por si mismo, lo sabe, el alfa parece demasiado embelesado por la belleza del omega; por suerte, él no lo está, y tiene claro como va a reaccionar. Sabe que puede tomar a Louis con sus dientes y llevarlo perfectamente hasta la cueva, Liam es un alfa bastante grande en su forma lobuna, y no sería la primera vez en la que lleva a louis de esa forma, puede correr y llegarán en menos de cinco minutos si seguía sus instintos para encontrar el río.

—Bueno, yo creo que es bastante lindo. —afirma el omega, y Liam rueda los ojos—. Tu igual lo eres.

Percibe como el rizado levanta su mano, buscando tocar a su hermanitoby es inevitable reaccionar. Ni siquiera da tiempo para que alguno de ellos se mueva, solo salta de los árboles y corre hasta Louis, lo toma por la camisa entre sus dientes y corre antes de que Harry pueda decir algo. El alfa mas joven se asusta, hasta que percibe el olor de Liam.

—¡Suéltame! —exige Louis, removiéndose un poco.

Liam gruñe al instante, haciendo que Louis cierre la boca y se mantenga en silencio durante los tres minutos que les lleva comenzar a seguir el río; cuando lo encuentra, va considerablemente mas lento.

—¡Ya suéltame, Liam!

El lobo lo ignora.

En cuanto llegan a la cueva, suelta a Louis antes de las piedras que cubren la entrada, dejándolo en el suelo con una expresión malhumorada. Deja las bolsas de cuero en el suelo y se transforma, acompañado de un gruñido por parte del mas joven.

Fábrica de Alfas▪︎L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora