XIV. Don't You Dare.

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Caminar solo por el bosque deja recuerdos algo amargos en la memoria de Louis. Por una parte, está el hecho de haber conocido a Harry en ese lugar, por el otro... puede haber muerto de no ser por Harry, cosa que no debería suceder con frecuencia.

Tal vez también puede agregar lo del ronroneo, pero no recuerda demasiado de como sucedió todo; solo tiene claros los sucesos posteriores a encontrarse con Harry.

Fue una experiencia inigualable que no está seguro de querer repetir.

A pesar de todo, cada uno de sus pasos es bastante seguro, todos sus pensamientos están centrados en el recorrido a la cabaña y en lo mucho que pensó en hacer esto o no. No fue una decisión simple, demasiadas cosas estaban en juego, muchas cosas que quería y que no sabía si era correcto tener; incluso pudo sentir el temor en la confesión de Harry, la honestidad con la que expuso los peligros a pesar de que eso podía hacer que Louis se alejase.

Louis eligió el riego, sin embargo. Eligió a Harry.

Decidió tomar esa honestidad y creer ciegamente en que Harry lo protegerá, porque está seguro de las palabras que Harry dijo, y sabe que el omega hará lo que pueda para protegerlo y mantener a su familia lejos de todo.

Está seguro de que fue la decisión correcta.

Precisamente por ello, la noche anterior decidió pedirle que se vieran en la cabaña al día siguiente, alegando que tenía un par de cosas para decirle. Puede que no sea el mensaje de voz más seguro del mundo, pero Louis estaba muy nervioso al hablar por el teléfono; sigue sin acostumbrarse y sigue sin tomarle ritmo, pero ese parece ser el punto de aprender algo. No le contó (básicamente) nada a su familia, solo las cosas que sucedieron en la cita y les dió los chocolates que Harry envió para ellos; igual parecía algo privado, de él y Harry, así que no era necesario que su familia supiera.

Entonces ahí está él, caminando sobre la nieve en dirección a la cabaña que resguardará secretos que ni siquiera él conoce. Está tranquilo, claro, solo está muy asustado.

¿A quién quiere engañar? ¡Está aterrado!

Eso es bueno, sin embargo. Siempre es bueno recordar que hay sentimientos más allá de los buenos.

Toca la puerta con tres suaves golpes, esperando pacientemente en el umbral. Harry sale más rápido de lo que habría esperado, y Louis sonríe al solo verlo.

Harry es muy lindo.

—Hola —saluda Louis—, ¿Cómo estás?

El omega muestra una sonrisa nerviosa, pero Louis puede notar que sus manos se sacuden con delicadeza.

—Todo está bien —se hace a un lado de la puerta para dejarlo pasar—. Pasa, preparé chocolate caliente.

Louis sonríe porque Harry recordó que le gusta el chocolate caliente. Se pregunta si también hizo pastel de durazno, pero prefiere quedarse con la duda por el momento.

Camina tras Harry hasta la sala, toma asiento en uno de los muebles y Harry se sienta frente a él en otro. No quiere preguntarle por qué no se sienta junto a él, pues Harry quizá está intentando respetar su espacio, o estableciendo algún límite de distancia; no puede estar muy seguro, pero tiene esa sensación de que preguntar no es lo correcto.

Hay una pequeña mesa entre ellos, con una taza de chocolate caliente esperando por él. Louis no duda al respecto y toma la taza, pues sabe que es para él, y tan pronto como da el primer sorbo, siente todo su cuerpo tomar el dulce calor que el invierno oculta.

—Harry —dice Louis, casi en un susurro que, muy posiblemente, Harry no escuchó.

Sin embargo, lo hizo.

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2023 ⏰

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