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Era un radiante y calmado día de primavera en la ciudad, los árboles bailaban ante el viento y Hyunjin esperaba impaciente en su casa a la llegada del menor.

El calor de la casa lo obligó a desabotonar los dos primeros botones de su camisa, mientras jugaba con su celular, cuando el timbre al fin sonó.

El pelinegro caminó apresurado a la puerta, abriendo para encontrarse con la radiante sonrisa de Jeongin y sus titilantes ojos.

—¡Hyung!— In se abalanzó a los brazos del mayor, uniendo sus cuerpos en un cálido abrazo, que si bien no habían tenido hace un par de días, para ellos se sentía como una eternidad.

—Hola pequeño, ¿Cómo estás?— Hyunjin miró con cariño los ojos del menor, quien soltó un suspiro ante la pregunta.

—Muy cansado, vine apenas terminé mis clases normales y las particulares. —JeongIn talló sus ojos con sus dedos mientras el alto lo llevaba de la cintura adentro de la casa.

—¿Qué te parece si tomamos una siesta? Se ve que la necesitas.

Hyunjin y Jeongin se dirigieron a la habitación del mayor, Yang le agradeció por su comprensión y así ambos se acomodaron en la cama de una plaza, el menor no cupo por completo, por lo que optó por acurrucar su cuerpo encima del mayor, colocando la cabeza en su pecho y su brazo igual.

El pequeño cayó en profundo sueño en cosa de segundos, su mente se relajó y olvidó de toda preocupación en cuanto el mayor comenzó a peinar suavemente su cabello. Hyunjin lo miró y besó su frente, para finalmente dormir junto a él.

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꒰ ✶ The only exception 🦋 Hyunin ✶ ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora