• arcane characters x female reader •
!pedidos abiertos!
¡facts¡
-obviamente los personajes utilizados en este libro no son de mi pertenencia.
-capítulos largos.
-ni la portada ni las fotos utilizadas en capítulos son de mi propiedad.
-pedidos en co...
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︶꒦꒷ ♡ ꒷꒦︶
Antes de que Powder, ahora Jinx, llegara a manos de Silco, tu tenías el privilegio de ocupar su postura de pequeña alma en pena rescatada de las terriles calles de los suburbios, aunque a diferencia de la pequeña de cabello azul, lo tuyo había sido más por un tema de interés que por otra cosa. Siempre fuiste una mente genio en el ámbito de la invención de nuevos objetos y la mecánica, así que para el hombre no significabas más que un cascarón vacío que trabajaba para él.
Por el contrario, para ti él ocupaba el lugar de la figura paterna que nunca pudiste tener, así que desde el momento en el que conociste su rostro intentaste hasta lo inhumano por alcanzar sus expectativas, por significar algo en su vida, pero justo cuando por fin comenzabas a lograrlo, años después de tu llegada y tanto trabajo duro, llegó ella a arrebatártelo todo como si nada, como si todo tu esfuerzo no hubiera valido.
Desde que viste aquellos enormes ojos llenos de brillo por primera vez la detestaste, la aborreciste, la odiaste con toda tu alma.
Era más que evidente que desbordabas celos y envidia cada vez que te la cruzabas, y es que gracias a tu llegada Silco ya ni siquiera te miraba, lo único bueno a sacar de esta situación era que, luego de tantos años de entrenar duro, te hiciste más fuerte y considerablemente mejor en cuanto a tu afición, así que eras valorada y temida por muchos de los trabajadores del hombre.
Los años pasaron y tus malos sentimientos hacia la chica de cabello azul incrementaron. Sin embargo, aprendiste a mantener una postura firme y dura, creando una coraza que permitiera cubrirlos por completo. Además, te volviste muy cercana a Sevika, la mano derecha de Silco, y otra que se llevaba bastante mal con la joven Jinx, aunque fuera por diferentes motivos.
Realmente eran como hermanas ahora, se encargaban de protegerse y apoyarse entre ambas, aunque quedaba claro que la morena cumplía el rol de "hermana mayor" en esta relación.
Por otro lado, habías decidido ignorar a Jinx a menos que fuera necesario, pero siempre intentaste no cruzar más de dos o tres palabras con ella. Al contrario, la peliazul siempre te buscó. El hecho de que no le prestaras ni un mínimo de atención le generaba una inmensa curiosidad y atracción, que claramente aumentó con el paso del tiempo.
Pero ella no sabía nada, nunca se enteró de lo que por tu mente pasaba.
Aquella tarde en los suburbios, Silco te había encomendado que fueras en busca de un tipo que le debía dinero hacía ya mucho, y que si no podía pagarte, hicieras con él lo que se te plazca. Ese también era un punto positivo a rescatar de tu situación: el del ojo malo te tenía confianza debido a tu antigüedad (incluso tanto como a Sevika), y solía mandarte a hacer trabajos bastante seguido, lo que te permitía descargarte contra tus, o mejor dicho sus, víctimas.
