• arcane characters x female reader •
!pedidos abiertos!
¡facts¡
-obviamente los personajes utilizados en este libro no son de mi pertenencia.
-capítulos largos.
-ni la portada ni las fotos utilizadas en capítulos son de mi propiedad.
-pedidos en co...
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¡nota al final del capítulo¡ ︶꒦꒷ ♡ ꒷꒦︶
De todas las personas con las que pensaste encontrarte en este momento, ninguna era Sevika.
Aquella mujer fornida de gran altura que provocaría miedo a más de uno parecía del tipo de personas que no era capaz de expresar o siquiera manejar cualquier tipo de sentimiento que no frecuentara, pero para tu sorpresa, fue ella quien ese día tomó la iniciativa de hacerte compañía.
No había pasado mucho desde la muerte de Silco. Sin embargo, las cosas se habrían detenido en el tiempo, al menos por uno o dos meses. Nadie supo qué hacer entonces, así que sólo esperaron.
Por tu parte, simplemente sobreviviste, aunque planeando tu as bajo la manga que sería ocupado más tarde.
En cuanto a Sevika, estaba prácticamente destruida: su brazo robótico ya de por sí faltaba y el dolor se hacía presente mediante golpes y moretones por cada parte de su extenso cuerpo gracias a la pelea con Vi que había tenido lugar en La Última Gota.
El día que todo pasó fuiste la única que estuvo a su lado. También estabas cansada: habías tratado de defender a la mayor en dicha riña, pero lamentablemente la pelirosa arrasó también contigo. Ambas compartiendo el mismo cigarrillo, con el cuerpo casi adormecido por el dolor, y simplemente tratando de sobrellevar aquella tortuosa noche, que finalizó con una durmiendo sobre el hombro de la otra, la mayor muestra de afecto físico hasta el momento de toda su relación.
A decir verdad no se llevaban mal. Muchas veces se encargaron juntas de varias misiones para luego acabar tomando unos tragos y echándose unas risas en La Última Gota, además de compartir el mismo cuarto y casi todo su tiempo. Claro que tenían sus diferencias y en ocasionalmente se daban algunas peleas, pero eso nunca llegó a significar nada.
Eran amigas, podría decirse. Pero las cosas comenzaron a tornarse extrañas incluso antes del incidente de Silco.
Por el contexto y la personalidad algo distante de ambas ninguna sabía bien cómo demostrar cariño, y si bien ambas tenían claro que eran importantes para la otra las cosas nunca fueron más allá de quedarse noches enteras bebiendo y contando viejas anécdotas hasta quedarse dormidas, hacer misiones juntas, bromear con ese humor ácido que ambas tenían en común, echarse miradas que ardían y repartir golpes a quien le hiciera daño a alguna.
No sabían qué era el contacto físico, ni cómo darlo o recibirlo.
Tanto así que aun recuerdas la primera vez que pudiste tocar su rostro con tus manos, la noche siguiente a la pelea.
Apenas estabas sintiéndote un poco mejor, pero aun así debías ayudar a Sevika. Habían pasado prácticamente todo el día durmiendo, estaban demasiado cansadas como para siquiera comer o darse un baño. Fue entonces cuando, pasado el anochecer pudiste despertar, aunque aún sintiéndote abatida por los golpes recibidos.