• arcane characters x female reader •
!pedidos abiertos!
¡facts¡
-obviamente los personajes utilizados en este libro no son de mi pertenencia.
-capítulos largos.
-ni la portada ni las fotos utilizadas en capítulos son de mi propiedad.
-pedidos en co...
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¡ soft smut alert ¡ ︶꒦꒷ ♡ ꒷꒦︶
Los negocios se habían vuelto tu mayor prioridad en los últimos meses, Silco no paraba de exigirte cosas y encomendarte trabajos constantemente, y aunque siempre contaras con la ayuda de Sevika, cada día se volvía un trabajo aún más pesado.
Entre tu atareo y fastidio constante debido a tus labores y el tiempo que comenzaste a pasar con la ya mencionada morena debido al mismo, Jinx comenzó a volverse loca. Desde que te conoció sintió una fuerte atracción hacia tu persona, y si bien te parecía en ocasiones un poco molesta, le diste la libertad de que pudiera conocerte. Ella ciertamente también llamaba tu atención, pero no de la misma manera; es decir, un personaje de características tales como las de la peliazul harían que cualquiera pusiera los ojos en ella.
Después de meses de conocerse se podría decir que ya mantenían una buena relación, aunque no de pareja, como a Jinx le hubiese gustado. Se llevaban algo menos de tres años y mantenían pensamientos que diferían bastante, quizás por eso sólo se mantenían como amigas, aunque la verdad era que la peliazul tenía un comportamiento tan cariñoso contigo como con nadie, y pudiste percatarte de eso al instante, pero nunca te atreviste a preguntar al respecto. Por otro lado, la menor tampoco dijo nada acerca del tema, así que simplemente eran amigas cariñosas que de vez en cuando jugaban a ser novias, pero sin nada oficial.
Para ambas estaba bien: a ti te divertía, pasabas un buen rato y, aunque te había costado un poco al principio, aprendiste a querer a la revoltosa peliazul, mientras que la misma podía saciar ese amor que sentía por tu persona sin necesidad de ponerte en compromisos, y eso le alcanzaba.
Aunque ya no tanto como antes. Sentía que...faltaba más. Y con tu ahora notoria ausencia y su distanciamiento se sentía en la obligación de hacer algo.
Aquel día tu salida fue matutina, y tras una larga espera por parte de Jinx, llegaste por fin con el caer de la tarde, aunque para su disgusto, bastante apegada a Sevika.
Apenas pisaste La Última Gota tomaste asiento en una de las sillas de la barra y posaste tus codos sobre la misma, aunque dándole la espalda. Tu compañera te siguió, pero se acomodó en la posición contraria, enfrentándose con el joven que servía los tragos para pedirle uno.
Ambas estaban prácticamente deshechas, totalmente exhaustas y llenas de cansancio.
Apenas cruzaron unas palabras entre ustedes cuando alguien interrumpió. Unas manos delgadas y frías cubrieron tus ojos. No hizo falta ni siquiera escuchar su voz para reconocer de quién se trataba.
-¿Quién soy? -habló agravando la voz.
-Muy graciosa. -te mofaste.
Sevika desvió la mirada hacia el otro lado con cierta molestia mientras la peliazul descubría tu rostro y se sentaba sobre la barra, columpiando los pies mientras buscaba tus ojos, justo como una niña pequeña, pero al no obtener una respuesta rápida de tu parte se bajó y se colocó frente a ti.
