Capítulo I: Omega

736 94 10
                                    

Jung Hoseok, 26 años de edad, omega desde los 15 años, bailarín de pole dance y soltero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jung Hoseok, 26 años de edad, omega desde los 15 años, bailarín de pole dance y soltero.

Para cualquiera, el omega Jung era todo un sueño, un omega que cualquiera querría en su cama. Pero no todos podían darse ese lujo, porque Hoseok no se acostaba con cualquiera, ni siquiera porque le pagaran bien, el dinero era lo de menos.

Lo que Hoseok buscaba era dominar, que algún alfa o beta se dejaran dominar para poder sentirse poderoso. Le excitaba demasiado tener el control sobre su pareja, solo durante el sexo y era porque tener una pareja fija, era una pérdida de tiempo para él. Los omegas también estaban bien, pero eran muy pocos los que se dejaban dominar de esa manera por otro omega.


— Leeah, si aún no dominas el tubo, me temo que tendremos que cambiar todo – exclamó al verla deslizarse y quejarse – Hemos estado entrenando por semanas, pero creo que no podemos hacer nada con tu miedo a caer, será mejor que simplemente bailes en el piso y no en el tubo

— Pero... Oppa – hizo un puchero que a cualquiera le parecería encantador

— No, ya te lo he dicho, no dejaré que nadie se lastime en este escenario – declaró – Por hoy solo harás la parte en el piso

— Está bien – acepto la omega desanimada

— Hey Hoseok, gracias por ayudar a los nuevos reclutas – sonrió un hombre muchísimo mayor, apoyando su mano en el hombro del omega

— Solo hago mi trabajo – aclaró quitando la mano de su hombro – Ahora si me permite debo ir a mi camerino

— ¿Otra vez te molestó? – cuestionó Hyomin viéndolo pasar a su lado

— No le di tiempo – se encogió de hombros - ¿Ya practicaste?

— Si – asintió – Todo listo – sonrió con orgullo – Pero tú no te ves bien, Hobi

— Estoy bien, siempre lo estoy – sonrió para intentar despistar al menor

— No lo estás – negó con un puchero, ambos entrando al camerino - ¿Es por esos dos? Te he dicho que si quieres hablarles, solo dime y los mando a traer

— No los necesito – negó de inmediato – Siéntate debo maquillar tu marca

— Bien – asintió sentándose – Pero enserio, solo dime que los quieres ver y yo los traigo de una forma u otra – explicó

— Han pasado tres años desde aquello, no creo que ellos me recuerden – tomó el maquillaje y comenzó a aplicarlo en la rosada mordida que el omega tenía en el cuello

— Uh, despacio Hobi, está sensible aún – murmuró

— Lo siento – se disculpó siendo más cuidadoso

No quiero esto - VHKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora