capítulo 9

278 39 24
                                    

¿Cara bonita? Si Deokseo quería asustarlo, usar un cumplido como amenaza definitivamente le funcionaba bien. El estómago de Gihun se retorció y pronto tuvo ganas de vomitar. Sabía que debía defenderse, no quería ser solo una cara bonita que no sabía pelear.

Y cuando menos lo vió venir, un golpe estampó contra su cara. Y luego otro hizo que el aire abandonara sus pulmones en un instante. Intentó alejar al otro de si mismo. No quería golpearlo, él no era así; pero si en sus manos estaba el mantenerlo lejos, entonces eso haría. Lo empujó varias veces a la par que sentía golpes llegar a su cuerpo desde diferentes lados.

Inútil, se dijo a sí mismo, ¡defiéndete, inútil!

Sin darse cuenta, uno de sus puños golpeó a Deokseo y logró quitárselo de encima por unos momentos. Solo que cuando el brabucón se volteó a verlo con fuego en sus ojos, se arrepintió hasta de haber nacido.

Oh no.

•●•

Sangwoo se sentía desesperado. Se había dado cuenta disimuladamente del momento en que Gihun salió del aula para ir al baño. Era probable que el resto del salón no lo hiciera al estar concentrados en sus propios asuntos, y la verdad no los culpaba.

De todos modos, la clase acabó y el sustituto no se dió cuenta de la ausencia de un chico. Y tampoco lo hizo el siguiente profesor. Ni el siguiente y tampoco el de la penúltima clase.

—¿Hyung?— Una mano moviéndose frente a sus ojos y la voz de Ali lo sacaron de su trance.

—¿Qué?— Preguntó extrañado. Extrañado por haberse quedado viendo a la nada pensando en una sola persona.

—¿Estás bien? Literalmente llevas todas las últimas clases viendo hacia la ventana y no hay nada afuera.

—Uh, ¿de verdad?— Preguntó sin prestar mucha atención.

Ali volteó a ver a la ventana y de nuevo observó a Sangwoo. —Si, ¿sucede algo?

—Voy a salir.— Y su monótona respuesta lo sorprendió.

—Hyung, la profesora aún no llega. Si te ven fuera del salón podrían reportarte— Pero Sangwoo no le prestó atención. No le importaba nada ahora. —. ¿Hyung?— Sangwoo se puso de pie y comenzó a dirigirse a la salida del aula. Ali lo siguió inmediatamente sin prestarle atención a las miradas extrañadas de algunos de sus compañeros. —Hyung, ¿a dónde vas?

Y una vez más, Sangwoo no le respondió y emprendió su camino hacia los baños, porque ¿en qué otro lugar podría estar Gihun que no fueran los baños?

Sus pasos eran largos y apresurados, en sus oídos resonaba el sonido de la suela de sus zapatos al golpear el suelo y de los pasos de Ali tras él, incluso el sonido de su acelerada respiración y en dado momento, los pesados latidos de su corazón. Un mal presentimiento nacía en él cada vez que se acercaba más al lugar y al mismo tiempo creía que el trayecto era eterno.

Finalmente, estuvo frente a los baños y se dijo que era un paranoico por pensar lo peor y quizás solo era su desesperación la que lo hacía delirar. Cuán equivocado estaba.

Abrió la puerta despacio para ser recibido por una voz que siempre reconocería donde fuera y que decía: "déjame en paz".

Y fue ahí cuando palideció al ver como Deokseo, el brabucón de la generación, tomaba del cabello a Gihun -quien estaba sentado y acorralado en el suelo, mientras empujaba con sus piernas al chico más grande y casi lloraba cada vez que tiraba de su cabello- y lo insultaba repetidas veces.

Aquella promesa [SangWoo + GiHun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora