Y las cosas no habían salido según lo planeado. Porque la vida es así, nos hace pasar por situaciones un tanto desastrosas.
Y Young Saeng lo supo cuando comenzó a despertarse.
Empezó a estirarse y a bostezar, al instante se dió cuenta que un peso macizo le aplastaba el cuerpo. No sólo le impedía moverse, sino que le dificultaba la respiración.
A cada segundo que pasaba cobraba
conciencia de que le dolía la cabeza. No un dolor sin importancia, sino uno gigantesco, que parecía aplastarle el cráneo y que irradiaba desde la nuca.—¡Dios mío! ¡Que vergüenza! —susurró una voz desde algún lugar.
El inesperado sonido hizo sobresaltar a Young Saeng. Antes de que pudiera moverse o abrir los ojos, otra voz dijo.
—La gente joven ya no tiene respeto por nada.
Young Saeng frunció el entrecejo, completamente desconcertado. Ninguna de las voces le parecía la de Hyung Jun o la del ama de llaves. ¿Qué demonios hacían personas desconocidas en su habitación? Se pasó una mano por el rostro. Sin sus anteojos, estaba bastante acostumbrado a que todo lo que estuviera más allá de la punta de su nariz fuese más que sombras perdidas entre la niebla, pero, por alguna razón, esta mañana era peor que de costumbre. Parpadeó, pero su cerebro se negó a colaborar. Alrededor los objetos entraban y salían de foco, precipitándose hacia él cuando se aclaraban, para retroceder luego un poco.
¿Bancos de iglesia, enserio?
¿Ventanas de vidriera?
¿Rostros desconocidos?
Lo único cierto para Young Saeng en este momento era que definitivamente no estaba en su habitación.
—¡Esto es un sacrilegio! —exclamó una mujer.
—¡Un pecado contra todo lo que es sagrado! —vociferó otra.
¿Todo lo que era sagrado?
Young Saeng llegó a la conclusión de que debía de estar en la iglesia. Pero, ¿qué estaba haciendo allí?
Cerró los ojos con fuerza para no
marearse. La cabeza... Oh, Dios, la sentía como si se la hubiesen golpeado con un martillo¿Qué le había sucedido? Quizá se había desmayado. Eso explicaría el peso opresivo que lo aplastaba.
Abriendo los ojos con dificultad, intentó ignorar el dolor y concentrarse en
lo que lo rodeaba. Sí, ya no había duda estaba en la iglesia, se estremeció.
Recordaba algo relacionado con una iglesia, algo importante, pero, por más que se esforzaba, no podía recordar de qué se trataba. Sólo sabía que tenía la horrible sensación de que había algo que andaba muy mal en la situación.El peso que lo aplastaba contra el suelo de pronto se movió y le siguió un gemido. El sonido, bajo y ronco, lo hizo vibrar pero luego se convirtió en miedo y al miedo le sobrevino un ataque de pánico.
¿Había alguien tendido sobre él?
¿Un hombre fuerte y duro?¡Oh, por Dios!
Young Saeng sintió la mano grande y tibia posada sobre su pecho. Tuvo la impresión de que nada se interponía entre los dedos del hombre y su propia piel.
Young Saeng lanzó un grito ahogado y empujó al hombre por los hombros, pero, por más que empujó, no logró moverlo. Divisó atisbo de cabello castaño ondulado, y piel bronceada. El recuerdo de la noche pasada se precipitó hacia él.
¡Kim Kyu Jong!
Tan cerca de su oreja que la voz pareció surgir de sus propios pensamientos, el hombre susurró:
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Un Desastre para Hyun. HyunSaeng 🌹
FanfictionUn Desastre para Hyun.🌹 Sinópsis: Heo Young Saeng sueña con el amor verdadero y está dispuesto a esperar todo el tiempo que sea necesario. Pero cuando su padre lo compromete a un hombre que le triplica la edad, Young Saeng está dispuesto a lo que s...