Capítulo 8🌹

108 23 51
                                    

Poco después, con los platos de la cena ya lavados y ordenados perfectamente, Hyun Joong mandó a los chicos a la cama, y condujo a Young Saeng al dormitorio del piso de abajo que estaba junto al recibidor. No encendió ninguna lámpara, y sólo unos cuantos rayos de luz de luna se filtraban por la ventana de guillotina; por eso le pareció que había la suficiente penumbra para desvestirse sin avergonzar a su adorable esposo.

Young Saeng no dijo nada cuando Hyun Joong se quitó la camisa. Pero, cuando se quitó el cinturón de cartucheras e iba a seguir con el del pantalón, lanzó un chillido agudo.

—¿Qué estás haciendo?

Hyun Joong se inmovilizó.

—Desvistiéndome, mi amor.

—¿Por qué?

Totalmente inseguro con respecto a cómo responder, Hyun Joong dijo titubeante. 

—Bueno... —Lanzó una mirada intensa a la cama. —Por lo general eso es lo que hago antes de acostarme. —Y eso que no tenía la menor intención de dormir. —¿Y tú no?

—Pero ¿dónde está tu camisón?

—¿Mi qué?

—Tu camisón. No será que... —Se cortó, nervioso tragó saliva con fuerza. Hyun Joong pudo ver el movimiento convulsivo de la garganta, hasta en aquella, semioscuridad. —No dormirás completamente desnudo...

Hyun Joong se pasó una mano por el rostro. No hacía falta ser un genio para comprender que su esposo estaba nervioso como un ratón en una habitación llena de trampas. Desistió de desvestirse y caminó lentamente hacia él, cuidando de no hacer movimientos bruscos. A juzgar por la palidez de Young Saeng, que le confería un resplandor extraño a la luz de la luna, ya estaba bastante aterrado.

—No tengo camisón —le informó, cauteloso.

Su esposo pareció escandalizarse al saberlo.

—¿No? Bueno... hasta que puedas comprarte uno, podrías dormir con tus... tus innombrables.

—¿Mis qué?

—Tus... —bajó la voz —... tus calzones.

En verano, Hyun Joong usaba unos calzones de algodón hasta la rodilla y, por alguna razón, supo que su esposo no se refería a ese tipo de calzones.

—Young Saeng, mi amor, no te haré daño. —Alisó un fino mechón de cabello oscuro, apartándolo de la frente. —Más bien tengo intenciones de hacerte sentir muy bien.

La mirada de Young Saeng se apartó de la de Hyun Joong.

—Me alegro. Es decir... bueno, yo sé de... bueno, tú ya sabes. —Hizo un gesto con la mano y se inclinó un poco hacia él, riendo nerviosamente, y murmuró, cómplice: —Es que preferiría no hacerlo desnudo.

Una oleada de ternura hinchó el pecho de Hyun Joong. Recorrió con el pulgar el hueco de la mandíbula de su esposo.

—Y entonces, cariño, ¿cómo le haremos?

—¿Con el menor lío posible?

Hyun Joong tuvo ganas de reír. Pero al mirarlo a los ojos, comprendió el miedo de Young Saeng y supo que no era nada divertido. ¿Con el menor lío posible? El tenía la impresión de que, cuanto más lento fuera y cuanto más lío hiciera, sería mejor para su lindo esposo. Pero, desde luego, Young Saeng no lo sabía.

Nervioso, Young Saeng jugueteó con el botón superior del chaleco de su marido.

—También insisto en que compres un camisón de inmediato.

Un Desastre para Hyun. HyunSaeng 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora