Pequeña Asesina.

2

Despertar es la cosa más sencilla del mundo, solo abres los ojos y listo, sobrevivir al trascurso del día es la parte difícil.

Tenía fama, pues era el hijo menor de los Uchiha y también era uno de los Agentes más importantes de la DEA, Sasuke Uchiha era audaz, inteligente, guapo y un maldito sanguinario. Esta vez había metido la pata y sabía que le costaría muy caro si alguien se enteraba de lo que estaba haciendo.
Estaba aturdido, cuando abrió los ojos se encontró con soluciones colgadas a su lado y una venda que cubría su abdomen, quiso levantarse pero no pudo, así que sólo se quedó sentado.

—Buenos días, Agente Uchiha. ¿Como se siente?—

—¿Quien eres? ¿Donde esta Naruto?—

—Soy la Doctora Sakura, tú amigo salio a buscar el desayuno. Tranquilo estás en buenas manos.—

Sakura administraba algunos medicamentos, luego con su estetoscopio escucho los latido del corazón del Uchiha. Este la jalo de la muñeca y la pego a él, aún con las heridas era inmune al dolor. Miró sus labios con deseo, no era nada común ver una mujer tan hermosa como la que tenía enfrente.

—Eres muy bonita, ¿Enserio eres doctora?— se pego  la boca de la mujer.

—Soy muy inteligente.— Sakura sonrío amable y calmada, sabia que Naruto tenía secretos pero por alguna razón el Uchiha la ponía nerviosa y eso no era bueno. Sasuke la soltó y esta se reincorporó, fue directo a la mesa donde tenía el expediente del hombre y escribió algunas cosas. —Tengo que irme, volveré más tarde a revisarte. Una enfermera te subirá el desayuno.—

—Espera...—la volvió tomar del brazo—  no reportaste esto ¿verdad?—

—Es mi trabajo, tengo que hacerlo. — Sakura sonrío cínica.

—¿Cuanto quieres para que cierres la puta boca?—  esta vez la tomo del cuello apretando un poco para que hablara, pero ni así logro intimidarla.

—Tranquilo tu amigo ya cubrió la cuota.—Sasuke la soltó y ella se acomodo el cuello de la bata.— Como médico debo decir que no debes meterte tanta porquería o vas a tener problemas.—

—¿Que pusiste en mi expediente?—

—Tuviste una apéndicitis y se complico a  una peritonitis. Por ahora pueden quedarse aquí, por unos días hasta que te recuperes. —

— Eres muy amable.—

— Es mi trabajo serlo. Tengo que hacer algunas cosas fuera de la clínica, mis enfermeras se quedarán para lo que necesites. —

—Gracias.—

Sakura salió y se dio una ducha, se vistió con un vestido negro debajo de la rodilla y unos tacones bajos, dentro de su bolso un arma calibre 22 y una biblia. Llamo a sus hombres y subió a su camioneta ellos la siguieron atras.
Se detuvo en una iglesia se cubrió con un velo negro, entró al confesionario, se hinco y comenzó a orar.

—Ave Maria Purísima.— dijo el padre que ya la esperaba del otro lado.

—Sin pecado concebida.— contestó ella

—Cuéntame, quienes son esos hombres que te atormentan. —

—Dos agentes de la DEA, uno de ellos es Uchiha.—

—Así que el pequeño Sasuke por fin salió de la ratonera, y el otro seguro es  Uzumaki  un rubio de ojos azules.—

—Así es señor, tengo sus identificaciones en esta memoria, al igual que sus expedientes clínicos.— Sakura saco la biblia y dentro de ella una USB roja. — Usted dígame que quiere que haga con ellos.—