Placer en Llamas

Capitulo 5

Tulipán azul

Aurora

Llego a casa con más preocupaciones de las que salí hace algunas horas, no solo tengo que preocuparme por el regreso de Emilio sino también el de su gemelo, me encantaría saber por qué razón los dos desaparecieron al mismo tiempo y ahora regresan juntos de igual forma.

Ya es medianoche y yo sigo dando vueltas en la cama, no puedo parar de pensar en todo lo que pasó hoy, sin duda alguna el 3 de mayo quedará grabado siempre en mi memoria. Por la simple razón de que volví a tener frente a mí al único hombre que ha hecho estremecer mi mundo de la manera más asquerosamente linda que pueda existir, porque si, éramos amigos, pero más allá de la amistad existía un sentimiento profundo de amor. Sentimiento que a él le importó un carajo cuando se fue sin dar explicaciones.

Ahora que lo pienso, me pregunto si la persona que estuvo llamando el fin de semana fue alguno de ellos dos, porque claro con los hermanos Wolf nunca se sabe.

A pesar de que físicamente son idénticos, en sentimientos y la forma de tratar a las demás personas son muy diferentes. Mientras uno es dulce y amable, el otro es arrogante y grosero.

Me levanto de la cama y me dirijo a la cocina por un vaso de agua, necesito dormir y dejar de pensar tantas cosas. Tengo que descansar como es debido, porque el día será largo y necesito recuperar el trabajo que deje pendiente por tomarme el día libre. Tomo un poco de agua y regreso a la cama. Estoy buscando una posición cómoda cuando mi teléfono anuncia la llegada de un mensaje, agarro el móvil y veo el remitente, es Ethan, leo el contenido desde la barra de notificaciones.

Ethan

12:30 PM

Flor, ¿Pasó algo? te fuiste muy de prisa y no me creo eso de que tengas trabajo.

Decido no contestar, mis cosas personales a él no le incumben, parece que se le está olvidando lo del sexo casual. Decido ignorar todos los pensamientos que eso me genera, no necesito pensar en nada más, quiero dormir. Busco una posición adecuada y luego de un largo rato logro quedarme dormida.

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Son las ocho de la mañana, me dirijo al trabajo en mi motocicleta, mi día empezó con el pie izquierdo. Primero, la alarma no sonó, luego encuentro que no hay nada en la nevera a excepción de helado, toda la despensa o bueno lo que quedaba de ella, la utilice el fin de semana con mis hermanos, por ese motivo no he desayunado absolutamente nada.

Ahora estoy aquí, en medio del tráfico que no avanza un centímetro, a pesar de que voy en mi nuevo obsequio de cumpleaños, que por cierto fue hace unos meses atrás, pero solo hace un par de semana fue que tuve el placer de tener en mi poder esta maravillosa Ducati Streetfighter V4, color negro, con detalles dorados en las empañaduras y horquillas, dándole un toque elegante pero rudo, no he contado con el tiempo suficiente para agregarle más detalles a mi gusto, pues me gusta lo excéntrico pero que sea único y me caracterice.

Soy una aficionada a las motos de alto cilindraje, me gusta la velocidad y la adrenalina que se experimenta cuando vas a alta velocidad, donde solo existe la carretera, la moto y yo haciendo un trío dinámico maravilloso.

Tengo en mi poder 5 motocicletas magníficas que me ha regalado una persona muy importante en mi vida y a quien aprecio mucho, todas son diferentes pero potentes al mismo tiempo, algunos lo llamarían codicia, yo lo llamo amor a las motos.

El único problema es que en la cochera de mi apartamento no cuento con espacio suficiente y solo puedo tener un carro y dos motos. Ethan me ayuda con las otras tres guardándolas en su casa, bueno le doy dinero por guardarlas allí, él no lo quiere recibir, pero de igual forma yo le pago porque no me gusta deberle favores a nadie. Espero tener pronto una casa donde la cochera sea enorme y pueda tener todos mis juguetes juntos.