Desde cero.
Aurora
Despierto en una habitación extraña, tengo cables en mi cuerpo y mucho dolor de cabeza. El exceso de iluminación dificulta la vista a mi alrededor, poco a poco me voy acostumbrando a la luz de la habitación y es donde puedo notar que me encuentro en el hospital. A mi derecha esta Emilio y a mi izquierda esta ¿Emiliano? Ambos al ver que despierto corren a mi lugar
-Aurora ¿Cómo te sientes? – pregunta Emilio preocupado.
-Casi me muero de la dicha cuando mi hermano llamo a decir que estabas en el hospital. -Dice el segundo de los gemelos al llegar a mi lado. Lo ignoro completamente y me dirijo a Emilio
- ¿Qué hacemos aquí? ¿Qué pasó? - Mi cabeza es un caos completo, cierro los ojos para recordar como llegue aquí pero no encuentro nada. Lo último que recuerdo es llegar al restaurante
-Estábamos en el restaurante charlando mientras llegaba nuestra comida- habla Emilio en un tono bajo- tu estabas muy bien, pero, al llegar la cena a la mesa, dijiste que te habían amenazado, fui a pagar la cuenta y cuando regresé te desmayaste. ¿No lo recuerdas? -la confusión es clara en su rostro.
-No, lo último que recuerdo es llegar al restaurante. -Emilio frunce el ceño y se acerca a mirar mis ojos detalladamente, su rostro se transforma completamente y no encuentro ninguna emoción en sus facciones. Mira a su hermano y este le da un asentimiento.
-Hablaré con el médico- y con eso sale de la habitación.
Me quedo analizando las cosas y no sé por qué todo esto me parece tan extraño. Miro a Emiliano que está texteando en su móvil con una expresión de enojo, resopla y maldice por lo bajo hasta que nota que no le quito la mirada de encima.
- ¿Qué, se te perdió uno igual? -me mira - olvidaba que sí y acaba de salir. -baja la mirada al teléfono y sigue en lo suyo y yo pongo los ojos en blanco.
Mi móvil suena, busco con la mirada mi bolsa y la encuentro a un lado de la cama de hospital, estiro el brazo y con la punta de los dedos logro alcanzar la cartera. Emiliano se percata de mi movimiento y maldice.
-Que carajos, no ves que estas muy mal, no te puedes esforzar, no puedes hacer ese tipo de movimientos tan peligrosos, pequeña imbécil. -Me quita la cartera y saca el teléfono.
-A mí no vienes hablar de esa forma, solo fue un desmayo, no es como si me hubieran enterrado un cuchillo en el abdomen. -elevo la voz. – y que más querías que hiciera, si solo estas allí estorbando, grandísimo imbécil
-Si, como digas. - me pone el teléfono en la oreja. -Habla, es Esmeralda.
-Hermana. -contesto, fulminando con la mirada al idiota.
-Aurora -responde al otro lado un hombre. -Soy Karim.- Genial, era lo único que faltaba para completar mi desgracia. Karim es uno de los tres hermanos de mi padre y es quien está a cargo y peleando la custodia de mis hermanos. Alguien no grato, pero por el momento tengo que tolerarlo.
- ¿Qué haces con el teléfono de Esmeralda? – Me aterra pensar que la haya maltratado otra vez por verse conmigo, y si fue así, juro que voy a hacer que se arrepienta. Emiliano deja su teléfono a un lado y me pide permiso para poner la llamada en altavoz, muevo la cabeza dándole permiso.
-Estoy con Esmeralda en el hospital, se sintió mal y tuve que traerla con urgencia -todas mis alarmas se encienden dentro de mí. -Ella quiere verte ¿puedes venir?
- ¿Cómo que en el hospital? ¿Qué pasó en realidad? – miro a mi mejor enemigo y me pregunto si es casualidad que ambas estemos en el hospital. Emiliano con señas me pide que me calme.
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Placer en Llamas
Teen FictionSiempre estuve cerrada a cualquier tipo de relación sentimental, no podía permitir que alguien entrará a mí vida y la volviera un caos. Le huía al compromiso y al amor. Solo buscaba relaciones físicas que me hicieran sentir placer momentáneo... Hast...