Inesperado
Aurora
Llegamos a la cafetería luego de un corto y silencioso viaje en motocicleta. Decido que es mejor sentarnos junto a la ventana, los últimos meses me he sentido vigilada, es por eso que prefiero tener todo al alcance de mi vista.
Luego de pedir dos vasos de café y una torta para Esmeralda, vuelve a reinar el silencio entre nosotras. Sé muy bien que está esperando que yo tome la iniciativa y me disponga a relatar todo aquello que me inquieta. Pero eso no sucederá, en realidad no sé por dónde empezar. En estos instantes todo es tan confuso. Pienso y pienso, hasta que mi hermana rompe el silencio.
- ¿Y bien? -pregunta esperando una respuesta que no llega. - Si no hablas no podré ayudarte.
-Siendo sincera, no sé por dónde empezar.
-Desde el principio, el final o por donde quieras empezar. - levanta las manos, exasperada. -Pero habla que no tenemos todo el día.
-Emilio volvió y pidió disculpas... me dio tulipanes... Emiliano tengo que odiarlo... tengo una cita hoy... se fueron por el bien de los tres... no sé si debo ir a la cita... le di una bofetada, me dijo que tenía que fingir... aaayyy no sé qué hacer. -Hablé tan rápido que me quedé sin aire.
-No entendí nada de lo que dijiste Aurora -pone los ojos en blanco. - Podrías explicarlo con calma, odio cuando hablas de esa forma.
-Emilio regresó y fue toda una sorpresa, volver a verlo después de tantos años removió sentimientos dentro de mí. -suspiro derrotada. - Siento que lo odio como nunca antes había odiado a alguien. Mi mundo estaba perfecto y en completa calma, ahora aparece él y pretende que con una simple disculpa olvidé todo lo que sucedió.
-Siendo sinceras, considero que debió existir una razón para que los gemelos dejaran la ciudad, ¿No crees que estás siendo un poco injusta?
- ¿Injusta? ¿Hermana, de verdad crees qué estoy siendo injusta? Se fue sin dar explicaciones y peor aún sin despedirse.
-Pero volvió y con él la oportunidad de saber por qué se fue- bueno no lo había pensado así y tiene razón, sin embargo, no lo admitiré en voz alta.
-No me importa si volvió o no, solo quiero que se regrese por donde llegó. -Eso es mentira, de igual forma tampoco lo aceptaré en voz alta. - Emiliano también regresó y me dejó muy confundida, me pidió que fingiera que lo odiaba.
- ¿Cómo? ¿Por qué, no se supone que es tu mejor amigo?
-Y lo es, no me quiso dar explicaciones, así que tuve que aceptar su pedido. - recuerdo la bofetada que le di y suelto una pequeña carcajada.
-Ahora de que te ríes- pregunta mi hermana cerrando un poco los ojos.
Mi risa se borra de inmediato cuando siento un resplandor, dirijo la mirada a las afueras de la cafetería, pero no hay nada ni nadie cerca.
-Emmy, dime que viste esa luz- me inquieta sentirme de esta forma.
- ¿Qué luz Aurora? no me asustes. - dirige su vista a la ventana buscando algo, pero es en vano no hay nada.
-Los últimos meses me he sentido observada, y por más que busco a mi alrededor no encuentro nada. - Me mira con un poco de temor y dice.
-Hermana, no quería preocuparte, pero yo también he sentido esa sensación. Exactamente dos meses atrás. -Su confesión me pone las alertas al máximo nivel.
Aunque me preocupa prefiero cargar yo sola con esto. Esmeralda ya tiene suficiente como para ahora preocuparse por alguien que nos sigue. Así que decidí restarle importancia frente a ella.
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Placer en Llamas
Novela JuvenilSiempre estuve cerrada a cualquier tipo de relación sentimental, no podía permitir que alguien entrará a mí vida y la volviera un caos. Le huía al compromiso y al amor. Solo buscaba relaciones físicas que me hicieran sentir placer momentáneo... Hast...