El beso

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《Jack》

Las semanas han pasado y he conocido mejor a Elsa, pero debo admitir que últimamente no sé que me pasa cuando la veo, nunca había sentido algo parecido.

Cuando estoy con ella no puedo pensar con claridad.

En lugar de ver a la princesa mandona de antes solo veo a la chica más hermosa, lista, fuerte y valiente que haya conocido y debo admitir que verla llorar me partió en mil pedazos.

Desde que me di cuenta de lo que siento por ella he intentado decírselo, al menos indirectamente.

—Mira Els, te traje el regalo más bonito del mundo— dije con una sonrisa.

—¿El regalo más bonito del mundo?— la platinada alzó una ceja con confusión.

—Toma, es un espejo, para que puedas ver tu reflejo, porque tu eres la más bonita del mundo—sonreí más al ver que se sonrojó y le entregué el espejo.

Pero, la chica solo me rechaza, una y otra vez.

Te ves más linda que ayer.

—¿Y menos linda que mañana?

—¿Qué? ¡No! Osea si, pero eso no significa que hoy seas fea, sino que—la platinada empezó a reír ante mi notorio nerviosismo— Agh, ya mejor me voy.

Es increíblemente difícil.

—¿Sabes algo? Me alegra que seamos amigos ahora, pero, ¿no te gustaría que fueramos más que eso?— le dije con una sonrisa de lado.

—Claro, ¿por qué no?— contestó.

—¡¿En serio?!— yo no podía creerlo.

—¡De verdad! , ahora somos mejores amigos.

Y lo peor es que parece burlarse de mi.
Tal vez no he sido lo suficientemente claro con ella.

Pero la verdad es que mientras más huye, yo la amo más.

Sé que ella siente lo mismo por mí, lo sé cuando me mira mientras piensa que no me doy cuenta.

Lo sé porque no para de sonreír cuando estamos juntos.

Lo sé porque se sonroja cuando le digo un cumplido.

Lo sé porque decidió olvidar nuestras diferencias y me cuido hasta el día de hoy en que mi brazo sanó.

Y ese es uno de los actos de amor más increíbles...

Por eso, planeé una sorpresa para ella en agradecimiento.

《Elsa》

Me encontraba registrando que todo se
encontrara bien en el bosque, cuando vi a un reptil azul con manchas moradas frente a mi que sostenía un papel en su hocico.

—Hola Bruni, ¿Qué te trae por aquí? ¿Es para mí?- pregunté tomando a mi amigo entre mis manos.

Bruni solo ladeo la cabeza, soltó la hoja y la leí:

𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶  [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora