𝑬𝑳 𝑪𝑶𝑺𝑻𝑶 𝑫𝑬𝑳 𝑶𝑳𝑽𝑰𝑫𝑶 [𝐉𝐞𝐥𝐬𝐚]

Buenas y malas noticias

Arendelle

—¿Qué fue todo eso Nokk? Creí que Jack te agradaba— el caballo solo respondió sacudiendo la cabeza.

—Deberías darle una oportunidad, es un chico muy divertido— le comentó mientras seguía cabalgando, pero en eso Gale sacudió su cabello — ¿Por qué están actuando tan extraño hoy?—preguntó y el viento le hizo entender que el camino estaba a la derecha.

—Bien, iremos a la derecha si es lo que quieren—aceptó aunque empezaba a preocuparse por ese comportamiento tan inusual.

Continuaron su camino hasta que Nokk se detuvo en un valle que la platinada recordaba muy bien: "El Valle de los Trolls Roca"

—Hace tiempo que no venía aquí...— dijo observando el panorama algo confundida pues irónicamente no había ni usa sola roca— ¿Hola? ¿Abuelo Pabbie?

Escuchó algo moverse y se acercó al sonido para ver que era.

—¡Es la princesa Elsa!— un troll salió de un arbusto, lucía agotado, parecía que había estado corriendo— Justo la estabamos esperando.

—¿Pasó algo grave? ¿Todos están bien?— preguntó con preocupación.

—Venga, el abuelo Pabbie le explicará todo— hizo un movimiento con la mano para que lo siguiera, caminaron un poco hasta llegar a un lugar cubierto de plantas.

El pequeño troll tocó las plantas como si se tratase de una puerta, al ritmo de una canción troll conocida como "La balda de Flemmingrad", (Kristoff solía cantarla) entonces, las plantas se apartaron y dejaron ver una gran cueva.

La platinada observó con asombro el lugar, ahí estaban todos los trolls, parecían algo alterados.

—¡La princesa Elsa está aquí!— al instante el bullicio cesó y este se convirtió en algunos murmullos, los trolls se hicieron a un lado para dar paso al más sabio de ellos.

—Cuanto tiempo, Elsa. No nos veiamos desde que te convertiste en el quinto elemento. Seguramente te preguntarás porque Gale te trajo aquí con tanta urgencia.— saludó el abuelo Pabbie.

—Me alegra verlos, pero ¿está todo bien?

—Últimamente, han pasado algunas cosas —hizo una pausa y bajó la mirada —Todo empezó dos semanas atrás—suspiró con pesar y tristeza— cuando Tobby desapareció. Al día siguiente Mark, luego Ariza...— escuchó los sollozos de una mujer troll, seguramente es familiar de alguno de los trolls perdidos—los buscamos por todos lados, pero nada. Lo único que encontramos fue arena negra, en todo el bosque.

Decidimos que ya no era seguro estar a la vista y por eso estamos aquí, en mi biblioteca oculta. He estado buscando respuestas sobre lo que está pasando pero lamemtablemente no he encontrado nada.

—¿Dijo, arena negra?— frunció el entrecejo,una angustia surgió en su interior, la arena negra solo podía significar una cosa.

—Si, y temo que pertenezca a Pitch Black, una sombra malvada que inició la Edad Oscura. Por eso necesitamos tu ayuda.

—Claro, puedo ver que fue lo que les pasó, el agua tiene memoria... —miró sus manos, susurrando para si misma —solo necesito usar mis poderes...

—No, no me refiero a usar tus poderes. Para eso tendríamos que saber en que lugar exacto estuvieron por última vez para que podamos ver el pasado, y no lo sabemos— dio un paso acercándose a ella y la miró con seriedad— Necesito que vayas a Arendelle y busques un libro. En la biblioteca del castillo hay un pasadizo secreto, se activa mediante el caballo de madera que hay en el centro.—la platinada fingió estar sorprendida, pero sabía perfectamente de ese lugar—Solo tus padres y yo sabíamos de su existencia. Ahí habrá un libro color negro, habla sobre magia oscura. Tal vez ahí encuentres respuestas, mientras nosotros seguiremos buscando aquí.