Theo POV
La vi correr y voltear la calle, solo pude gritar su nombre y seguirla, pero fue mucho más rápida y la perdí al doblar la esquina. Resignado volví al lugar donde me encontraba antes.
Me sentía confundido, decepcionado, no lo sé exactamente.
Esperen… si recapitulamos…
¿Qué acaba de ocurrir?
¿Alessia me terminó? No lo entiendo ¿Pasó algo malo?
Ni siquiera me dejó preguntarle, intente llamarla pero no contesto, le deje mensajes y no respondió. ¿Qué mierda ocurre?
Me quedé apoyado en la pared debatiendo conmigo mismo unos cuantos minutos.
Vanessa: ¿Así que terminaron? – Dijo en el momento que apareció.
Yo: Lo que me faltaba.
Vanessa: Okey, sé que me odias, tienes todo el derecho, pero aunque sea mírame de frente.
Yo: Esta bien – La miré - ¿Cómo lo sabes?
Vanessa: No es como si hubieran sido tan discretos que digamos.
Yo: Mierda, lo sé.
Vanessa: No es por querer echarle candela a la situación, pero siempre te dije que ella no era una buena opción.
Yo: Por favor, no estoy para tus tonterías.
Vanessa: Admito que puedo ser una completa zorra, pero quisiera que fuéramos amigos.
Yo: ¿Qué?
Vanessa: Me di cuenta de que soy lesbiana – Bajó la mirada – Y qué solo sentía atracción sexual hacia ti, por eso dejé de lado esta estupidez. Además, estoy intentando algo con Melissa, una chica que conocí en el taller de pintura, me hiso ver lo equivocada que estaba y que no todo el tiempo debía pensar en mi misma.
¿Esto es un tipo de broma?
Espero que sea sincera.Yo: Aunque todo esto sea extraño, me alegro por ti – Sonreí.
Vanessa: Y en verdad, nunca tuve una conversación, que no sea ligar, con un chico.
Yo: Yo nunca he tenido una amiga con la cuál conversar.
Vanessa: Pues no es tarde.
Yo: Espero que no te pases de lista – La miré seriamente.
Vanessa: Amistad y paz – Levantó dos dedos.
Yo: ¿No era amor y paz?
Vanessa: Suena mejor así – Rió.
Yo: Buen punto.
Vanessa: ¿No quieres ir por un helado? Yo pago el mío no te preocupes – Mostro un billete.
¿Vanessa esperando a que no la inviten? Extraño día.
Yo: Creo que no estaría mal.
¿Y si está siendo una falsa como siempre?
No me importa. En este momento todo me da igual.
Fuimos caminando a la heladería que queda cerca de la escuela, en la que solía ir con Alessia.
Vanessa me hablo durante todo el camino acerca de todo lo que le pasaba con Melissa. Me sentía en otra, solo pensaba en Alessia e intentaba mandarle mensajes y llamarla pero nada daba resultado.
Al llegar pedimos los helados y nos sentamos.
Ella hablaba y hablaba y yo seguía atrapado en mi mundo.
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La Chica de Rojo ©
Ficção AdolescenteUna chica practicamente invisible oculta su otra fase a travez de un antifaz en un night club. Hasta que aparecen personas que pondran sus dias en aprietos... Una novela sexy, que te hara reir, vaciarte y divertirte. Derechos reservados a: Adriana...