🌿La verdad es una virtud - 2

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Quedé helado con sus palabras, ¿Cómo es posible que este niño sea México? Una bola de emociones invadió mi ser, las lágrimas querían comenzar a derramarse, pero pude contenerme para darle un fuerte abrazo.

–¡Órale poste, me sacas el aire!

–Disculpa -digo suavemente mientras lo suelto- me recordaste a alguien

–¿Por qué todos dicen eso? -cruza los brazos- siento que solo lo hacen para confundirme

Pasamos un buen rato conversando, todo lo que pregunté solo me dejaba más en claro una cosa, perdió su memoria al volver a la vida.

Deseaba poder hablar eternamente con el niño, cada que respondía algo me surgían cinco dudas más. Pero nada es para siempre, las voces de los estados mexicanos comenzaron a multiplicarse. Estaban buscando a Ana.

–¡Ay virgencita! No dejan platicar a gusto -corre a guardar sus galletas- ya me voy ruso, tu y yo no hemos hablado, ¿sale y vale?

–Sale y vale

Sonreímos y antes de que atendiera los llamados de sus tíos añadió.

–¿Podemos vernos mañana? ¿Aquí y a la misma hora?

–Claro Ana, solo espero no perderme

–Nah, de que llegas llegas, si no paso por ti -hace una breve pausa- ¿sabes regresar o te llevo?

–No te preocupes, vete, yo puedo decir que estaba buscando a Moscú

–Que nombres tan raros, pero ta bien, nos vemos

Cuando la búsqueda del pequeño cesó salí tranquilamente del jardín caminando por los mismos pasillos que seguí.

En el caminó me tope con Moscú, lucía muy molesto. Por las pocas palabras entre dientes que pude escucharle hay una tensión muy grande entre estas capitales, quien sabe que pasó entre ellos.

Lo más gracioso de todo ésto es que ni si quiera Rusia se imagina el motivo de la pelea, algo muy infantil y que no cesaría bastante tiempo después de su primera impresión.

A duras penas la potencia pudo conciliar el sueño, las dudas le comían la cabeza. Por otro lado Ana José estaba muy emocionado de tener un nuevo amigo, un amigo que no fuera uno de sus tíos o alguno de sus familiares muertos.

Todos solemos ser traviesos, a los siete años se disfrutan muchas aventuras... Y que aventuras debe pasar Ana, vive en un palacio y le hace la vida imposible a sus tíos con sus bromas.

El siguiente día fue sumamente eterno para todos, CDMX tuvo que salir a atender una reunión de emergencia con Corea del Sur y dejó a cargo a su hermano, el estado de México. La capital no estaba muy conforme con cederle el poder a el, presentía que podía hacer una estupidez.

Cómo compensación los llevarían a un recorrido, pero su anfitrión tardaría un poco en pasar por ellos al palacio nacional, ya que tenía algunos "negocios" que atender.

Ahí estaban, dos rusos de pie esperando lo más paciente posible a su guía... Ya llevaba una hora de retraso.

–A ver carnales, carteras y celulares afuera -dice alguien a espalda de los extranjeros- esperen esperen, dense la vuelta despacio

Hicieron lo que el asaltante pedía, lo que menos buscaban era alterarlo, tal vez puedan encontrar una oportunidad para neutralizarlo y entregarlo a las autoridades.

–¡Ah, no mames! -baja su arma- ustedes son los ruskis que me encargó el D.F.

–¿D.F.?

–Sí, el chilango pues

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