Capítulo 1

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Esta fanfic és con Ran y Rindou, estos dos personajes son de Ken Wakui. La historia tiene relación con el manga pero no pasa lo mismo que en el manga o el anime.

Mi nombre es Akkira Yamamoto, toda mi vida he vivido en Japón, pero en cuanto cumplí los 15 me mudé de Shibuya a Roppongi

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Mi nombre es Akkira Yamamoto, toda mi vida he vivido en Japón, pero en cuanto cumplí los 15 me mudé de Shibuya a Roppongi. Junto a mi prima Aneko y mi primo Daiki. Daiki en aquel momento tenía 18 años y Aneko tenia 16, ambos son mayores que yo aún así siempre nos hemos llevado muy bien.

Era un martes del mes de diciembre, el frió empezaba a apoderarse de las calles de Tokyo aún así podíamos ver a muchos jóvenes, niños y niñas jugando por las calles.  Eso me causaba alegría ya que me recordaba a mi de pequeña... Sí, era adolescente y aún pequeña, pero me refiero a cuando tenía 9 años y salía junto a mis primos y un par de amigas por las calles de Shibuya. Y ahora pasaba gran parte de mi tiempo estudiando para el instituto y mi tiempo libre lo pasaba leyendo o escuchando música... Eso era antes de conocer a aquellos hermanos.

El mismo martes en el que definitivamente terminamos la mudanza, a través de la ventana del salón pude ver dos figuras masculinas salir a un jardín, había una piscina a parte de hierba verde.

¿- Que miras?- Preguntó Daiki al ver que no les prestaba atención.

- Pensaba que no teníamos vecinos.- Comenté sin importancia.

¿-Quien te dijo eso? Es mentira.

- Mi madre. Bueno así podéis conocer a gente nueva.

- Y tu también.- En aquel momento yo no quería conocer a gente nueva ya que mis "amigas" habían dejado de hablarme y solo hablaba con un amigo de clase que apenas iba a clase, Manjiro Sano. Yo formaba parte de su pandilla pero al irme deje de estar en ella. Takemichi, un chico que conocí hacía unos meses no quería que me fuera ya que según él era peligroso. Pero tenía que ir... Y yo aún no sabía que el podía volver al pasado.

- Mierda... Akkira, puedes ir a por los platos y los vasos por favor.

- Voy.- Salí de la casa y me dirigí hacia la furgoneta con la que fuimos al que por entonces era nuestro nuevo piso y dónde habíamos llevado las últimas cosas que nos faltaban, como libros, una mesa, dos sillas, los vasos, los platos,... En cuanto salí me tropecé. No conocía mucho el piso y no me había fijado en que había un par de escalones al salir al jardín delantero, que daba con la salida. Seguidamente fuí a la furgoneta y saqué las dos cajas con lo que me había pedido mi primo. Estaba a punto de entrar por la puerta cuando se hizo presente una voz detrás de mí.

¿- Necesitas ayuda?- Preguntó alguien con indiferencia. Me giré, no estaba segura de que me hablarán a mí. Así que me giré, había dos chicos detrás mío, no estaba segura de que fueran los mismos que había visto antes.

- Sí, te lo ha preguntado a tí.- Afirmó el más alto de los dos.

- Uh, no gracias.- Me negué a que me ayudara, yo sola podía con eso. No es que fuera muy fuerte, pero puedo con un par de cajas.

¿- Estás segura? - Insistió aquel chico de pelo largo y negro con algunas partes rubias.

- Sí.

- Entonces vámonos Ran.- Está vez habló el más bajito, era un chico con pelo rubio y mechones azules. Al contrario que Ran este tenía el pelo corto y llevaba gafas. Estaba segura que este era el que me había ofrecido su ayuda. Yo entre y vi como los dos jóvenes se iban. ¿ A donde? Ni idea. Al entrar dejé las cajas en la mesa que habíamos bajado anteriormente con Aneko.

- Aquí están.

- Gracias Primi.

- No seas cursi tonto.

- No llores.

- Oye mañana es sábado... Que os parece si por la tarde vamos a conocer la ciudad.

- Me gustas tu idea, pero también podemos ir por la mañana.

- No, quiero dormir dije sentándome en el sofá. Por fin, un rato de tranquilidad.

- Eres muy exagerada.

- Aneko tiene razón.

- Soys muy pesados. ¿ Lo sabíais?

- Que cosas más bonitas que nos dices Primi.

- Me voy a mi cuarto.- Dije fríamente

- No te enfades.

-Ya has echo enfadar a la niña pequeña.

- Puedo escucharte Aneko.

- Duerme bien.

- Gracias, igualmente. - Mi intención era dormir, pero no podía ya que alguien había puesto música muy alta, y eso me molestaba. Me habría gustado apagar ese maldito aparato que reproducía canciones, pero no sé encontraba en nuestro piso. Fuí a las habitaciones de mis primos para asegurarme de aquello, pero ambos dormían, fue entonces cuando miré por la ventana y supe de donde venía la música.

 Fuí a las habitaciones de mis primos para asegurarme de aquello, pero ambos dormían, fue entonces cuando miré por la ventana y supe de donde venía la música

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Aquí el primer capítulo :)
Espero que os guste.
Pronto subiré el siguiente, y quizás el primer shot de Haikyu.

¿De donde se escuchará la música?
¿Quienes eran los chicos de antes?

El último abrazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora