Capítulo 14

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Ha pasado una semana después  del baile,  desde entonces he visto cada día a los hermanos Haitani, hoy por la tarde voy a ir a su casa

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Ha pasado una semana después del baile, desde entonces he visto cada día a los hermanos Haitani, hoy por la tarde voy a ir a su casa. Nos estamos haciendo amigos después de todo lo ocurrido. Ran, desde que nos besamos ha estado tirando alguna que otra indirecta, las cuales fingo no entender o darme cuenta para ver qué tan lejos llega. Mis primos tienen curiosidad por los dos chicos con los que pasó mi tiempo libre últimamente.

-Vamos, solo tienes que cortarlo así, no es tan difícil.- Se queja Ran al darse cuenta de que no se corcar la cebolla de la forma que él lo hace.

- Así también está bien Ran, te quejas demasiado. Almenos yo sí que te ayudo no como Rindou.- Al pronunciar el nombre del menor, este aparece en la cocina abrazándome por la espalda, a pesar de que eso me pone muy nerviosa. Intento que él no lo note.

- Hablando del rei de Roma.

- Si hos ayudará tardaríamos más en comer, siempre se me quema la comida...

- Bueno, eso es cierto.

- Lo se.- Me he dado cuenta de que Ran expresa sus sentimientos fácilmente, al contrario que su hermano a quien apenas puedo leer las expresiones que hace. Ran y yo terminamos de preparar Yakisoba, Rindou pone la mesa y los tres cenamos, mientras hablamos de nuestro día entre otros temas ajenos.

- Izana quiere hablar contigo.- Comenta el menor sin importancia mientras me apunta con el dedo, algo que deja a Ran en shock.

¿- Quién?

- Un chico que estaba con nosotros cuando nos espiabas...

- Oh, pues a menos que no sea Sanzu no quiero.

- Ya bueno...-Ran se suma a la conversación con un poco de preocupación.

- No tienes otra opción, si no es por las buenas será por las malas... Aunque creo que solo quiere saber si le has dicho algo a la toman.

- No es de su incumbeniencia.

- Sí, no sé qué es lo que escuchaste, pero si dijiste algo...

- No dije nada.- Hablo fríamente.

- Vamos no te enfades preciosa.

- No me enfado.- Después de esa incómoda charla comimos alguna que otra chuche mientras jugábamos al uno. Mientras jugamos, Rindou de vez en cuando va observando la luna, finalmente este decide hablar.

- La luna está hermosa.- Una sonrisa aparece en mi rostro, me pide salir, lo sé porque Emma me lo contó.

- Ya puedo morir en paz.- Una sonrisa ladina apareció en su rostro, Ran nos mira con celos.

- Si sales con Rin, sales con los dos Akkira.- Río, me gustan ambos, lo sé. Por lo que no me importa salir con ambos.

- No miento.

- A mí no me desagrada la idea.

- Mejor.- Dicen amos a la vez.

- Dicen amos a la vez

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El último abrazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora