Al sábado siguiente me desperté, al principio no me acordaba dónde estaba, quando entre en razón y me acordé que había dormido con la camisa de Rindou me cambié. Iba a irme pero me encontré con el menor de los hermanos .
¿- Ya te vas? ¿Tanto miedo nos tienes?
-Y-yo... Buenos días.- Rindou río sin embargo se quedó delante bde mí.
¿- Ya te vas?
- Sí, no quiero que mis primos se enfaden conmigo.- El chico río irónicamente.
- Puedes seguirnos, pasar la noche fuera, pero no verlos más tarde.- Dijo con un odio en su voz que era más que evidente. Yo no sabía que responder por lo que no respondo, me quedo allí quieta, él se aparta y después de un par de minutos reaccioné.
- Gracias por todo, lo siento.- Cómo él se estaba llendo, se giró y para verme y finalmente con la misma expresión de siempre asintió.
- Que te vaya bien.
- Igualmente.- Finalmente salí de la casa de aquellos hermanos, pase por delante de nuestro piso, ya había gente trabajando. Seguramente Daiki ya había hablado con nuestros padres. Me dirigí al hotel, mis primos estaban desayunando, y en una mesa no muy lejana había un chico de pelo rosa. Haruchiyo Sanzu. Antes de ir con Aneko y Daiki fuí junto a él, con Sanzu estaba Mutō.
- Hola, pensaba que no nos volveríamos a ver Sanzu.
- Hola, pues me alegro de que sea lo contrario.
- Yo también.- El otro chico nos observaba mientras comía.
- Hola Mutō.
- Hola.
- Me alegra ver que esos hermanos no te han hecho nada.
¿- Que deberían haberme hecho?
- No sé, pero son peligrosos... Si se enfadan pueden hacerte bastante daño.
- Oh...Bueno, pero estoy bien y eso és lo que importa. ¿ Quieres pasar el día conmigo Haruchiyo? - Él miró a su acompañante quién asintió con la cabeza, y en los rostros de ambos, Sanzu y el mío aparecieron dos sonrisas. Él cogió su mascarilla; sin embargo no se la puso. Y ambos nos fuimos de aquel hotel. Si, no fuí con mis primos...
- Me sorprende verte en otra banda que no sea la de Manjiro...
- No, estoy haciendo bien mi trabajo.- Señaló a Mutō y continuó hablando.- Él es el traidor y como buen miembro que soy le investigo a fondo. Cuerpo a Cuerpo él me gana, pero quién sabe si...
- A veces me das un poco de miedo Haru.
- Que tonta que eres.
¡- Oye! Pensaba que Mutō era alguien importante para tí.
- No, Mikey sí que lo és al igual que... Keisuke.- Yo asentí. Pasamos el resto del día juntos, me enseñó lugares de Roppongi que no conocía y la liamos un poco, pero no és nada comparado con lo que hacíamos en Shibuya. Hecho de menos a los chicos... Le he pedido a Sanzu que les de recuerdos a todos de mi parte, a Mikey, Draken, Mitsuya y su futuro novio, a Emma y a Chifuyu y Katzutora. Cuando empieza a anochecer, Sanzu me comenta que tiene que volver a Shibuya con tal de que no sospechen de Mutō, pero Mikey y Draken ya lo saben. Sin embargo; tienen que actuar como si no lo hicieran para asegurarse de que realmente és un traidor y no está vigilando a nadie.
- Adiós, enana ve al club que tienes delante de tu nuevo puso y disfruta un poco de la vida. ¿ Quién sabe si allí quizás encontrarás a tu futura pareja.- Ambos reímos por aquello, él se fue con Mutō y yo con mis primos. Por lo visto teniamy que quedarnos durante unos cuantos días más, pero no me molestó. Podía ser una oportunidad para cambiar un poco las cosas... O eso pensaba.
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El último abrazo
FanfictionAkkira cuando tenía 16 años se mudó a Roppongi así dejando atrás a sus amigos de Shibuya, pero conoció a dos jóvenes con los que a momentos desearía pasar su vida entera pero en otros momentos lo único que podía hacer era odiarles...