Capítulo 8

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Vi a unos adolescentes con chaquetas rojas y con el Ying y el Yang en la parte de la espalda

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Vi a unos adolescentes con chaquetas rojas y con el Ying y el Yang en la parte de la espalda. Entre ellos había dos que se me hacían conocidos, uno de ellos tenía el pelo largo y rosa y el otro corto y era muy alto. Pero, seguí a mis primos con la intención de que ninguno de aquellos chicos viera como les veía, sin embargo el chico de pelo rosa me vio yo aparté la mirada.

No sentamos los 3 en una mesa, como era un bufet libre mis primos fueron a por comida yo me quedé sentada en la mesa ambos volvieron y los tres hablamos de lo que habíamos echo esta tarde y noche, yo les conté sobre mi intento de cocinar macarrones con más detalle de lo que había echo antes y Daiki, nos contó que él había estado junto a dos de sus amigos llendo con skate y él había intentado hacer un truco pero se había caído. Y Aneko había descubierto una discoteca donde se permitía entrar a gente con 16 años o más los viernes, pero solo los viernes, por lo que había decidido ir a ver qué tal y conoció a un chico y dos chicas con los que se había llevado muy bien.

Más tarde los tres nos fuimos a nuestros cuartos e intentamos dormir, mis primos no tardaron en dormirse, lo sé porque intenté comunicarme con ellos pero ninguno me abrió la puerta de su habitación así que bajé a la planta baja donde había varias salas entre ellas un bar, una sala de juegos y un gimnasio que estaba cerrado. Decidí ir al bar, allí pedí una fanta. Soy menor de edad, no puedo beber alcohol, por eso eligo un refresco.

- No sabía que te mudabas aquí Akkira.- Me giré aquella voz se me hacía muy conocida sin embargo no sabía a quien pertenecía. Al verlo más cerca que antes lo reconocí y mis ojos se abrieron como platos.

- Sanzu. ¿Que haces aquí? ¿Que ha pasado con ToMan porqué llevas ese traje rojo y no el de ToMan?

- Tranquila Kira.- El me despeina y se sienta a mi lado.

- Pe-

- La Tokyo Manji está bien... Es solo que mi deber es investigar a los traicioneros y Mutō...

- Eres demasiado bueno Haru.- Cuando vivía en Shibuya él y yo éramos muy cercanos gracias a Mikey.

- Me alegra volver a verte enana peleona.

¿- Y ese apodo de mierda?- Él se ríe por mi comentario y bebé de un vaso que lleva en su mano.

¿- Que tomas?

- Zumo de naranja.- Está vez soy yo la que ríe y él rueda los ojos.

- Bueno ponme al dí-

- Oye Sanzu tenemos que irnos.- Habló un chico cuyo reconocí al momento desde atrás nuestro.

- Creo que esta ligando, dejémoslo.- Dijo otra voz, la cual también reconocí. Me giré al instante para asegurarme, y sí los hermanos Haitani estaban detrás nuestro y ellos también llevaban ese traje rojo. Ran al darse cuenta de que era yo la chica que hablaba con Sanzu, se sorprendió.

- No deberías hablar con desconocidos Akkira.- Habló el mayor de los hermanos.

- Ya bueno, entonces no deberíamos estar hablando.

- Lo digo en serio. La gente que hay aquí es peligrosa.

- Quizás con quién estés hablando también.- Eso era mentira, si estaba en la toman era porque soy bastante similar a Takemichi, no pararé bhasta conseguir lo que quiero. Sanzu me mira como si estuviera loca, Ran se ríe y Rindou me mira seriamente.

- Vaya vaya así que hoy la niña está de malhumor.

-No, solo quiero hablar con mi amigo.

- Si apenas lo conoces. 

- No, apenas tú me conoces yo a él le conozco desde hace mucho tiempo.- Los hermanos se quedaron sorprendidos por como les había hablado.

- Entonces es eso te haces la guay delante de tus amigos.

- No, solo intento q dejéis de molestar.

- Me temo que eso no va a ser posible, Sanzu nos vamos.

- Me tengo que ir... Nos vemos otro día. No te metas en problemas Akkira.- El chico se levanta de su asiento, y al igual que los hermanos Haitani se va. Sin embargo yo...

 Sin embargo yo

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El último abrazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora