Disfrútenlo muchas gracias!!.
—T-Tan... jiro —en un gemido suave, pronunció el nombre de aquel chico. Su hermano, aprovechó que todos en la casa se encontraban profundamente dormidos luego de un difícil día. Aquel jóven se deslizó hacia la habitación de hermana sin hacer el menor ruido posible, abrió la puerta con mucho cuidado de no hacer ningún ruido, no quería que sus padres o sus hermanitos se despierten y su secreto se arruine.
—Shh... no hagas ruido, Nezuko —le susurró al oído, en tanto que deslizaba suavemente la punta de su lengua por el contorno de la oreja de aquella chica quién, con las cosas que su hermano estaba haciendo, se sentía muy, muy extraña. ¿Esto es correcto?, ¿Está bien que los hermanos hagan esto?, ¿Podemos hacer este tipo de cosas?, ¿Hacerlo a escondidas está mal?, Etc. Varias de esas preguntas rondaban la cosa de la jóven pelinegra.
—P-Pero —una sensación electrizante recorrió desde su pecho hasta la punta de sus dedos cuando su hermano, con una mano muy hábil, pasó la punta de su dedo índice por encima de su ropa interior, percibiendo meramente su intimidad—. No... no hagas eso, esto s-se siente raro.
—No recuerdo que hayas dicho eso anoche —en un tono juguetón, el muchacho bajó hasta el cuello de ella, y lo empezó a besar lentamente, haciendo un pequeño camino desde la derecha, hasta la izquierda. Ese sonido que hacían sus cálidos labios cada vez que entraban en contacto con la piel suave y blanca de su hermana, no tenía precio, una sensación única—. Además... sabes que no puedo detenerme, Nezuko, ya lo probé... y no me puedo detener ahora.
—S-Solo quería consolarte —dijo Nezuko—. E-Estuvo mal que... Kanao, te haya rechazado de esa forma, p-pero no es p-para que tú... —su hermano la interrumpió.
—Shh... muchas palabras, poca acción —dijo él.
Cómo había dicho Nezuko, ella solo quería consolarlo porque, ese era su deber ¿No?, Una hermana siempre debe estar ahí para su hermano sea cual sea la situación.
No obstante, el jóven Kamado de alguna manera terminó por hacer con su hermana, lo que en teoría, debió de terminar haciendo con Kanao, la chica de la cual juró y juró estar perdidamente enamorado, ¡Hum!, El enamoramiento se fué por el caño cuando probó, sintió y disfrutó, de tener intimidad con su propia hermana.¿El mundo está lleno de locos, no?.
—P-Pero...
—Nezuko... —él la tomó de las mejillas—. Solo déjate llevar, como lo hiciste anoche y también la anterior a esa —dijo. Hicieron contacto visual por unos segundos, sin apartarle la mirada, él empezó a acercarse lentamente a los labios de ella. Unieron sus labios en lo que sería el inicio de un beso muy lento.
Nezuko luchó, peleó con todas sus fuerzas para evitar seguir cometiendo ese gravísimo pecado; sin embargo, la gran oleada de sensaciones en sus labios y en todo su cuerpo, otra vez la hicieron perderse en el inmenso mar del placer.
El roce, ese sonidito tan bajito que hacen los labios cuando danzan entre sí la dejaron llevar, otra vez no pudo resistirse a esa exquisitez, a ese éxtasis, a esa sensación de hacer algo erróneo y prohibido con el temor de ser descubiertos y que su secreto salga a la luz. Su cuerpo nuevamente la traicionó, se rindió ante los cálidos labios de su hermano.
Deslizó sus dos brazos por la espalda del jóven castaño dándole unas sutiles caricias, apegando más el cuerpo de él contra el suyo. ¿La próxima noche sí se iba a resistir?, Eso es algo que se prometió Nezuko, pero por ahora, solo se dejó llevar. Nada más que eso.
Ambos hermanos cortaron el beso, ella lo tomó por sus mejillas y lo miró cálidamente. Era muy, muy extraño hacer eso, besarse y tocarse mutuamente en partes de su cuerpo que no deberían ser tocadas por ellos mismos, y posiblemente terminarían severamente castigados si sus padres se llegaban a enterar de lo que hacían, pero... el maldito placer y ese éxtasis y esa adrenalina de hacer algo prohibido, su corazón palpitaba fuerte, tenía mucho temor de que esa puerta se abra en medio de la acción y toda su vida tal como la conocía se termine.
De nuevo sus labios volvieron a unirse. Aprovechó la situación y empezó a desabotonar la pijama de su hermano, se la quitó y ella misma la arrojó a un lado de la cama, callendo al suelo. Su mano la posó en el pecho de él, Tanjiro no tenía nada que envidiarle a otros chicos, él también tenía lo suyo. Nezuko se estaba en cierta manera, acostumbrando a tocar el cuerpo de su hermano de esa forma, a darle caricias, besar su pecho, dejar marcas que gracias a la ropa son imposibles de ver.
Por su lado, Tanjiro también empezó a retirarle la pijama a su hermana. Prenda por prenda, el muchacho terminó por dejar a su hermana tal como llegó al mundo, y ella, a su vez, también dejó a su hermano como había llegado a este mundo. Nezuko tenía una belleza sin igual, como ninguna otra chica que Tanjiro conociese. Nuevamente se empezaron a besar, a dejarse llevar por el placer de hacer algo prohibido, uno de los más grandes —por no decir el mayor— Tabús desde que la humanidad comenzó. Él agarró la sábana y cubrió el cuerpo de ambos, ya que, ese acto tan nefasto, tan erróneo, pero también tan exquisito, era algo que solo los dos podían presenciar.
En esa habitación, a mitad de la noche, sumergidos en la oscuridad, algunos sonidos, algunos suspiros, sonidos de madera siendo agitada ferozmente, los nombres de ambos llevados de la mano por un gemido, y más, fué lo que se pudo escuchar, y ambos debieron dar gracias de que ni sus padres ni sus hermanos se enteraron de lo que sucedió.
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DESEOS (TANJINE)
Fanfiction-Este sentimiento es erróneo, ¿No?, No puedo creer que sienta algo por mí hermana, no puedo creer que la veo como una mujer y no como parte mí. Pero ahora no me puedo detener, quiero estar con ella... el deseo de tenerla es más fuerte que cualquier...