¡MIERDA ES TÚ HERMANA!

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Disfrútenlo muchas gracias!!

Asistieron a la secundaria sin ningún problema, la misma rutina de siempre, despertarse, alistarse, asearse, desayunar y marcharse a estudiar cosas que seguramente no nos servirán en el futuro ni para un carajo, pero tenemos que estudiarlas y aprenderlas porque así deben ser la cosas, es un evento canónico y nadie puede contradecirlo.

Durante el trayecto el pelirrojo observó a cierta pareja que iba tomada de la mano. Suspiró un poco, y se imaginó tomándole la mano a su hermana y caminando rumbo a la secundaria como una pareja de jóvenes enamorados. Ya deseaba hacer eso con ella.

Llegaron a la secundaria y cada uno se dirigió a sus respectivos salones. Cuando llegó, observó a su mejor amigo Zenitsu, sentado en su lugar, osea a lado de él.

—Zenitsu, buenos días —lo saludó como normalmente lo hacía cada vez que se veían por las mañanas.

Sin embargo, el rubio no le respondió el saludo, guardó silencio en todo momento. Tanjiro levantó una ceja ante el extraño comportamiento de su amigo, pero ignoró eso, a veces Zenitsu actuaba de forma rara cuando algo le pasaba. Se sentó a lado de él y le hizo plática, pero el rubio llorón no le respondió nada, ni siquiera lo veía a la cara, es más, trataba de no verlo a los ojos. Poco después llegó Inozuke con su típica actitud de querer pelear con el pelirrojo y ver quién era el más fuerte.

El resto de estudiantes llegaron y las clases dieron inicio. Ahora sí, el pelirrojo se dió cuenta que algo no andaba bien con su amigo, no le dirigió la palabra literalmente en horas, lo ignoró y actuaba como si quisiera mantenerse alejado de él.

Eso ya era MUY extraño, incluso más de lo normal. Tanjiro por más que intentó hacerle plática él solo lo ignoraba, no le respondía nada y actuaba como sino estuviera ahí a su lado. Llegó la hora del receso, fueron a almorzar los tres, o bueno, solo Tanjiro e Inozuke porque Zenitsu se mantuvo lejos de los dos, bueno... Lejos de Tanjiro.

Ok, ya era hasta ridículo la actitud que tenía, fué a hablar con él y preguntarle que le ocurría pero el rubio solo se alejó de él. Incluso Inozuke le preguntó que era lo que le pasaba. Las horas pasaron, el sol pronto se pondría en el horizonte y la jornada estudiantil terminaría pronto.

Los estudiantes empezaron a retirarse cuando la campana de la hora de salida sonó. Antes de que las puertas se cierren el rubio fué unos momentos al baño de hombres, pero lo que no se percató era que su amigo lo había seguido para hablar con él.

Cuando ingresó en el baño, vió a su amigo lavandose las manos. Zenitsu se dió cuenta de su presencia, frunció un poco el entrecejo y le dijo...

—¿Qué ahora sigues a los hombres al baño?, No puedo creer que estés tan mal de la cabeza.

—¿Zenitsu qué rayos te pasa? —preguntó Tanjiro, viendo a su amigo a través del espejo—, en todo el día has estado actuando raro, parece como si estuvieras tratando de mantenerte lejos de mí, no sé que rayos tienes.

—A mí nada, no me ocurre nada, mejor pregúntate que rayos te pasa a tí. Adiós Tanjiro —respondió el rubio. Zenitsu intentó marcharse del lugar pasando a lado de su amigo pero Tanjiro lo detuvo tomándole del brazo.

—Zenitsu...

—¡No me toques! —dijo, sobreactuando al punto de empujar a Tanjiro y casi hacerlo caer al suelo.

Tanjiro se molestó ante la actitud tan rara de su amigo...

—¡¿Oye qué rayos te pasa?! Zenitsu no sé que rayos te ocurre, hasta donde puedo estirar mi memoria, no te eh hecho nada malo, no te ofendido. ¿Esto es por que no te quise prestar la tarea de matemáticas?, ya te eh dicho amigo que esas cosas debes hacerlas por tú propia cuenta.

—¿Qué?, ni siquiera es por eso. Al parecer veo que acabar muchas veces te está afectando el cerebro, y tal vez por eso actúas de esa manera.

—¿Acabar? ¿De qué rayos hablas?, ¿Acabar con qué o con quien? —preguntó aún más confundido el pelirrojo.

—Pues con tú hermana, o mejor dicho... dentro de ella, Tanjiro —Zenitsu dibujó una expresión muy seria pero también de repeluz frente al pelirrojo.

Tanjiro entendió perfectamente a lo que se refería Zenitsu, por lo que su expresión se confusión fué cambiando poco a poco a una de miedo, asombro. Una pequeña gota de sudor cayó despacio por un costado de su frente.

—¿D-De qué estás hablando? —su voz se escuchó nerviosa y Zenitsu se percató de eso.

—¿De qué estoy hablando? ¡¿De qué estoy hablando?! ¡Sabes perfectamente de lo que estoy hablando, Tanjiro! Los ví, los ví a tí y Nezuko detrás de los baños en el patio trasero... Y... me di cuenta de lo que estaban haciendo, cielos qué horror.

—Zenitsu, amigo...

—¿Y yo estoy actuando raro?, Sabía que Kanao te había rechazado y que estuviste deprimido por un tiempo, me lo contaste y te apoyé dándote ánimos, ¿Pero hacerle esas cosas a tú hermana? ¿Por qué me huele que la obligaste a hacer esas cosas contigo? ¡¿Qué rayos te pasa?!

—Zenitsu, yo...

—¡Mierda es tú hermana! ¡Es tú hermana Tanjiro! No quiero ni imaginarme lo que los dos han estado... Haciendo... —se mostró bastante asqueado a decir verdad y no era para menos.

—Amigo créeme... Yo no la obligué a...

—No, no quiero escuchar nada más, por favor no te me vuelvas a acercar Tanjiro... —Zenitsu salió del baño corriendo alejándose de su amigo, dejándolo sin palabras ahí en ese lugar. Tanjiro quedó con los ojos abiertos como dos platos, las palabras de Zenitsu quedaron retumbando en su cabeza "¡Mierda es tú hermana Tanjiro!"

Se retiró de los baños, una mirada perdida y bastante confundido/extrañado con la situación que ocurrió con su amigo dentro de ese baño. Afuera de la secundaria estaba Nezuko, esperándole para poder retirarse juntos a casa.

—¿Qué pasó? ¿Por qué te demoraste tanto? —preguntó Nezuko, viéndole llegar al fin.

—Tranquila, no pasó nada, vámonos a casa —dijo el pelirrojo, actuando un poco raro. Nezuko se percató de eso y le preguntó qué le ocurría, pero Tanjiro siempre le respondía que nada.

No le ocurría nada...

DESEOS (TANJINE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora