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- ¡Esta es la última caja! - apenas eran las nueve de la mañana, sin embargo en aquella casa ya todos estaban despiertos desde hace algunas horas ¿razón? Su unico hijo se mudaba a un departamento que quedaba cerca de la universidad a la que asistiría

- Prométeme que te cuidarás mucho - Atrapado entre los brazos de su madre, mientras que su respiración era cortada por el fuerte abrazo que le daba

- T-te lo prometo, a-ahora sueltame po-por favor que ya no p-puedo respirar - Soltó un largo suspiro cuando fue liberado - Estaré bien, no te preocupes

- No hagas nada estúpido, mocoso.

- Lo mismo digo, viejo - el abrazo que se dieron padre e hijo solo duró unos segundos ya que luego se separaron y el mayor desordenó más de lo que ya estaba el cabello del azabache siendo seguido de una queja del mismo y una risa burlona del mayor.

- ¡BakaYuu! ¡Si ya está listo debemos irnos! Shinoa y los demás nos esperan para ayudarte a desempacar

- Si... Solo falta algo... - Tomó aire, agarró impulso y... - ¡MIKA!

Su grito fue escuchado en toda la manzana ¿y como no? A quien llamaba le encantaba salir a dar pequeños paseos por aquel barrio.

Al principio luego de ese grito no se oyó más que el motor del auto, ya luego tampoco se oyó nada. Lo único que Yuu pudo sentir fue como un peso se aferraba a su pantalón y maullaba respondiendo al llamado del azabache.

- Sigo sin creerme que esa bola de pelos siga con vida- Susurró Guren para luego estornudar

- Es hora de irnos - Abrió una pequeña jaula que había comprado hace ya un tiempo para transportar a su mascota. El animal de pelaje rubio entró sin poner resistencia alguna y con delicadeza fue dejado en el asiento del copiloto mientras que el amigo del azabache, un poste de pelo rosa y anteojos estaba en el del conductor

Se despidió de nuevo de su madre con un abrazo y luego subió en el auto, en el lado del copiloto poniendo la pequeña jaula en su regazo.

- ¿En serio con 15 años tu gato sigue con vida?

- Sorprendente ¿no?

El azabache sonrió con orgullo, ya que pensaba que debido a todos sus cuidados es que aquel animalito seguía con vida y muy enérgico como si los años no significaran nada en su vida.

Centímetro tras centímetro la carretera era dejada atrás mientras que en el auto, cierto chico había estado jugando todo el rato con el gato que se encontraba en su regazo, sabiendo perfectamente que no haría alguna estupidez como saltar por la ventana o algo así. Al final, ambos quedaron dormidos

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- Nos vemos - se despidieron sus amigos para luego alejarse, perdiéndose en una esquina de aquel edificio.

Yuu cerró la puerta para luego observar el lugar, aún habían cajas que le faltaba ordenar en su respectivo lugar, sin embargo la mayor parte de las cosas ya estaba en su lugar. Su querida amiga casi hermana le había regalado algunos muebles, era increíble lo que alguien con un buen trabajo podía hacer. Mientras que el resto él mismo habia conseguido.

Ni siquiera pudo llegar al sofá y dejó que su peso lo arrastrara al suelo donde cayó de cara soltando un quejido pero sin signos de querer levantarse, lo unico que hizo fue girarse quedando boca arriba posición que el felino aprovechó para subirse sobre su pecho y mirarlo con la cabeza ladeada.

El azabache levantó una de sus manos y comenzó a acariciar su suave pelaje rubio oyendo como soltaba pequeños ronroneos, aunque luego levantó la cabeza como si hubiera oído algo y salió disparado a quien sabe donde. Había veces que el felino se comportaba realmente extraño

||¿Que hay de malo en un Gato?||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora