||02||

326 38 2
                                    

- ¡Ayud...

Su intento de pedir auxilio se perdió al igual que su equilibrio cuando sintió el peso de aquel chico tirándolo al suelo para luego con una mano cubrir su boca mientras que con la otra sostenía fuertemente sus muñecas sobre su cabeza.

- Shhhh. Por favor no grites - su voz era suave aunque tampoco se había quedado a escucharla correctamente ya que lo único que hizo desde que se encontró así fue forcejear - Yuu-chan, soy yo. Soy tu gato, soy Mikaela

Eso hizo que el azabache detuviera su forcejeo, ese chico debía ser tonto para creer que él creería una estupidez tan grande como esa. Aquel chico no podía ser Mika, su Mika era un gatito

- Esto debe ser extraño para ti pero puedo explicartelo todo - Fue allí cuando se dió cuenta de... Tres cosas

La primera: El chico tenía un par de colmillos que se le había hecho muy... Interesantes

La segunda: En su cabeza además de su cabello se encontraban un par de orejas puntiagudas... Y lo podía ver perfectamente ya que la luna con su luz lo ayudaba

Y la tercera: algo se movia inquieta detrás del chico rubio, parecía... Más bien ERA una cola también rubia

¿Y si él decía la verdad? ¿Y si en realidad él era su Mika?

- Bien... Ahora te soltaré para explicartelo todo con más calma y por lo que más quieras, por favor no grites ¿de acuerdo? - el de ojos esmeraldas asintió para luego sentir como el peso rápidamente se alejó de él

- ¿Que... ¿Como...

- Soy Mikaela

- ¡Eso ya lo dijiste!

- Shhh. Me prometiste que no gritarías

El azabache guardó silencio tras eso, la voz del rubio era suave y melodiosa

- Para empezar, durante las noches es cuando ocurre este cambio, por eso solía esconderme...

- Fuiste tú...

- ¿De que hablas?

- ¡Resultaste ser tú quien se robó mi plato de curry!

El rubio solo rió nervioso para luego rascar su mejilla

- Tenía hambre y no encontré otra cosa...

- Pero... Mi curry - Hizo un puchero y para agregarle más drama sus ojos se cristalizaron haciendo sentir al rubio desesperación

- Yo... Yo... ¡Lo siento! Te lo compensaré... De alguna manera

Quiso acercarse al azabache sin embargo este al darse cuenta de sus intenciones rápidamente retrocedió y desvió la mirada

- Primero... Deberías ponerte algo

Fue allí cuando el rubio se dió cuenta de que no llevaba nada y que estaba como si nada ante el ojiesmeralda. Cuando iba a decir algo la puerta fue cerrada y se quedó solo en la habitación.

Mientras tanto Yuu con la mirada perdida se preparó una taza de café y calentó leche para su contrario, ya que supuso que había arruinado su cena o su antojo de media noche.

Se sentó en el sofá con las piernas cruzadas mientras veía el liquido oscuro que se encontraba dentro de su taza como si fuese lo más interesante del mundo

- ¿Yuu-chan? - Levantó la mirada encontrandose con un Mika con un suéter marrón claro y unos pantalones negros.- Lo siento, tuve que hacerle un agujero... Era incómodo...

En su rostro se notaba la incomodidad, y al instante el azabache notó que se refería a su inquieta cola

- No te preocupes - Notó como al observar el liquido blanco en su taza sonrió un poco para luego comenzar a beberlo- ¿Desde cuando?

||¿Que hay de malo en un Gato?||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora