Ever After | Drarry

☀︎

—No viene, Crookshanks... ¿te lastimó aquella mujer horrible? —Harry dejó de correr por el camino para agacharse y revisar a su gato—. Lo intentó, ¿verdad? Vamos. Se lo diremos tío Vernon y a tía Petunia. ¡Vamos, Crookshanks!

Harry dejó al gato y siguió corriendo junto a él hasta la granja.

—¡Tia Petunia, tía Petunia! Mira lo que Bellatrix le ha hecho a Crookshanks...

—Niño, por favor, déjanos contar. No nos importa tu tonto gato. —ella volvió al cajón lleno de pollitos piando, empezando desde cero.

—Pero, tía Petunia, le pegó...

—No molestes, muchacho. Esta incubadora no funciona —le dijo tío Vernon—. Y de seguro perderemos muchos pollitos si no te callas el hocico.

—Oh, pobrecitos... —Harry tomó un pollito y los ayudó a moverlos—. Pero Bellatrix le pegó a Crookshanks en la espalda con un rastrillo, solo porque dice que entra en su jardín y persigue a su vieja lechuza...

—¡Setenta! —continuó la tía Petunia quitándole el pollito que tenía Harry en las manos—. Niño, por favor. ¿Qué pensará la gente si te viera jugar con un tonto gato? Sobretodo a tu edad. Anda a hacerle la comida a Dudley mejor será.

—Si mi padre estuviera habría ido con ella a alegarle. Además, ¡Crookshanks solo lo hace una o dos veces por semana! Algo de emoción que tenga ese gato... además, nunca lo alcanza. ¡Y ahora le va a decir al alguacil!

—¡Muchacho, estamos ocupados! —insistió Petunia.

—De acuerdo...

Harry se alejó de ellos mirando la granja.

—¿Qué tal va? —dijo Sirius intentando arreglar una carreta.

—Con calma... —dijo Remus.

—Ay, me apretaste el dedo, Colagusano.

—¡Pues quita el dedo de ahí! —le dijo Peter.

—Ya está.

—Justo encima de mi dedo... —volvió a alegar Sirius.

—Pues tienes suerte de que no fuera la cabeza. —le dijo Remus.

—Moony, ¿Qué hago con Bellatrix? —se le acercó Harry—. Solo porque Crookshanks persigue a su gato viejo...

—Escucha, Harry. Tengo que acorralar a los cerdos. —dijo él negando con la cabeza.

—Bueno, Harry, parece que no usas la cabeza con lo de Bellatrix —le dijo Sirius—. Parece como si no tuvieras cerebro.

—¡Tengo mucho cerebro! —dijo Harry.

—¿Y por qué no lo usas, cabeza hueca? No pases por la casa de los Black, y así Crookshanks no entrará en su jardín y no te meterás en problemas. ¿Ves?

—Oh, Canuto... ¡tú no me escuchas en lo absoluto!

—No tienes la cabeza hecha de paja, ¿sabes? —dijo Peter mientras Sirius le dio con un martillo a la carreta, dándose en el dedo para dar una vuelta completa del dolor, causando que Remus se burlara desde lejos—. No como él.

Harry fue al corral de los cerdos junto a Remus que ya había dejado lo de la carreta, miraba mal a Sirius mientras Harry se puso a hacer equilibrio en la cerca.

—Entren antes de que se conviertan en la cena... —decía Moony haciéndolos entrar en el corral—. Escucha, Harry —lo miró—. ¿Vas a dejar que Bellatrix se salga con la suya? No le tengas miedo, se valiente —siguió dándole comida a los cerdos—. Tienes que tener coraje, es todo.