El encuentro

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Ella estaba allí sentada, sola y llorando desconsoladamente mientras esperaba el autobús que la llevaría de vuelta a casa y llego él, que tras sentarse a su lado le ofreció su pañuelo y se quedo allí callado hasta que ella por fin termino de llorar y entonces le pregunto:

-¿Cual es el motivo de tanta lagrima?

-Necesito un trabajo. O un marido con urgencia

-¿Un marido?

-Es complicado de explicar para contar a cualquier desconocido

-Mi nombre es Jaime y el tuyo

-Clara

-¿Te apetece que tomemos un café y mientras me cuentas que pasa?

-Es un poco largo

-Tengo tiempo

Ella se encontraba demasiado sola y tenía la necesidad de hablar con alguien, por eso acepto, a pesar de seguir considerándolo un desconocido. Lo acababa de conocer y solo sabía su nombre. Fueron a una cafetería que había cerca. Estaba muy tranquila y cogieron una de las mesas más apartadas de la barra para poder hablar con tranquilidad, después de que la camarera les trajese lo que habían pedido comenzaron a hablar.

-Mis padres murieron hace un mes en un accidente de coche, dejándonos solos a mis hermanos y a mí, y sin ningún familiar que pueda hacerse cargo de nosotros. Puesto que todos somos menores de edad, los servicios sociales nos llevaron al orfanato. Hasta hoy que se ha realizado el juicio, la jueza quería que todos volviéramos al orfanato y fuéramos puestos en las listas para la adopción y teniendo en cuenta que nadie va a adoptar a cinco niños a la vez, he apelado ante ella para que me deje cuidar de mis hermanos y de ese modo poder permanecer todos juntos, según ella y puesto que soy menor no estoy cualificada para hacerme cargo de una familia, tras insistir ha cedido. Me ha dado un mes para encontrar un trabajo con una remuneración adecuada a las necesidades de una familia numerosa, o un marido que sea mayor de edad y que a su vez disponga de los ingresos necesarios para nuestra manutención y que esté dispuesto a hacerse cargo de nuestra custodia legal. Si pasado el mes no he conseguido ninguna de las dos cosas tendré que volver al orfanato hasta que haya cumplido la mayoría de edad.

-¿Quieres trabajar para mí?

-¿Qué?

-Te estoy ofreciendo trabajo. ¿Si quieres?

-Claro. ¿Qué tengo que hacer?

-Ya lo pensaremos

-No tienes trabajo

-Sí que lo tengo, solo que todavía no se que sabes hacer

-No tengo experiencia en nada solo tengo dieciséis años y hasta la muerte de mis padres no había tenido que preocuparme por nada

-Ya pensaremos en algo

Tras decir esto miro por la ventana y se dio cuenta de que ya era de noche

-Creo de deberíamos irnos. Te llevo a casa

La dejo  en casa y quedaron al día siguiente para seguir hablando

Amor verdadero ¿O no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora