1.1 Jom

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—Khun Jom, ¿qué tipo de antigüedades y cofres de la casa grande vas a guardar? —La voz apagada me llamó la atención.

Dibujé un boceto en una hoja de papel y me volví hacia el tío Tan, el carpintero jefe de Chiang Mai que trabaja para una empresa en la que yo soy arquitecto.

—¿Está lleno el almacén, tío Tan?

—Todavía no, pero no sé qué es lo que hay en el arca. Será algo valioso. ¿Qué tienes ahí? Déjame ver.

—Es mi cuaderno de bocetos. —Salí del pabellón frente al río, a lo largo de un camino al lado de un césped recién regado.

Un viento seco sopla suavemente sofocando el dulce aroma de la plumeria* a mi nariz. Pequeños puntos de flores blancas caen sobre el césped, deslumbrando sobre la hierba verde.

Me agaché y cogí una, la metí en mi bolsillo. Si estuviéramos en el pasado, esté tipo de árbol se habría plantado en templos, no en un hogar. No era particularmente auspicioso tener una plumeria en el jardín de una vivienda.

Desde hacía unos años se convirtió en un árbol popular que la gente plantaba delante de sus casas y en los patios traseros de Tailandia. Sin embargo en esta casa podría ser una excepción porque parece que el dueño original lo hubiera plantado hace mucho tiempo. Sin tener en cuenta cómo la mentalidad moderna ignora las creencias antiguas.

¿Tal vez le dolía olvidar el pasado? Quizá era tan amargo que tuvo que plantar esos árboles en su patio trasero como un recordatorio. Quizá por eso rodeó el pabellón frente al mar de árboles de Lan Thom*.

*N/T: Plumeria o Lan Thom (ลั่นทม) es un árbol con flores blancas. En el pasado los tailandeses pensaban que esta era una planta desafortunada y no debía plantarse en el jardín de casa, sino en el templo o en los cementerios. El nombre en tailandés tiene una sonoridad similar a "rá-thom" que significa "triste".

***

Después de un amplió césped había una casa antigua que parecía tener cien años. Era una casa de dos pisos en estilo Manila mezclado con arquitectura colonial. La planta baja era de ladrillo y mortero con arcos blancos que formaban un revestimiento sobre la pasarela de la planta baja. El tejado era de teja oscura, casi negra, con un techo a cuatro aguas con hastial puntiagudo. El propietario debía haber gozado de buena reputación desde sus antepasados .

Caminé por el arco que sube las escaleras desde la planta baja. La casona a orillas del río Ping* tenía un balcón grande que rodeaba el edificio bajo la sombra del dosel. El esmalte de las columnas de madera y las balaustradas estampadas se había desvanecido un poco con el tiempo. Pero la madera era duradera y había dos cofres grandes y pesados que descansan sobre la cubierta. Un trabajador esperaba mis instrucciones.

*N/T: El río Ping, junto con el río Nan, son los dos afluentes principales del río Chao Phraya. Discurre por la provincia de Chiang Mai (además de algunas otras).

—Veamos qué hay dentro. Si es oro, ¿podemos quedárnoslo? —bromeé mientras entraba.

Saqué un gran llavero en mi cintura. El propietario había dejado todas las llaves por si las necesitaba: una de la casa, otra de la casa pequeña, de la habitación, una que abre un armario y otras que podrían abrir cajones o muebles. Intenté encontrar la del cofre probando una a una, hasta que finalmente di con ella.

Abrí la tapa y me sorprendí. Estaba lleno de marcos de fotos apilados, cada uno envuelto en tela. Como si el dueño lo apreciara y cuidara. Abrí otro baúl y descubrí que estaba lleno con los mismos marcos, pero también había una caja de madera gruesa de tamaño pequeño y una caja larga de pañuelos.

La cubierta estaba curvada hacia abajo y sellada de forma segura con una llave. Probé todas las que tenía, pero ninguna funcionó. Dejé la pequeña caja y puse el llavero en mi bolsillo antes de tomar un marco y mirarlo.

—Está... lleno de imágenes —admiré asombrado.

El papel se había puesto amarillo y la suciedad en el vidrio dificultaba la visión, pero las líneas son familiares a la vista. Era extraño, la mayoría de las imágenes son del terreno donde está la casa, también hay paisajes pintorescos y detallados. Y entonces encontré algo interesante.

Era una imagen de la antigua estación de trenes de Chiang Mai que es claramente distinta al edificio que se usa hoy. Entonces, ese dibujo debía ser anterior a la Segunda Guerra Mundial, antes del bombardeo. En aquel momento las tropas Aliadas habían atacado la estación para cortar las rutas de transporte japonesas y la tuvieron que reconstruir muchos años después.

—Oh, creo que esto es algo muy valioso, tío Tan. En términos de evidencia histórica. Mire, hay bastantes fotografías de la casa y de muchas otras cosas alrededor.

***         

Traducido por Ren y Yuu. Edición por Mollyvonne. Portada por Mung Gui.

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El aroma del amor - IFYLITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora