Un Cliché Del Amor

¿Nada sería diferente no?

— ¿y esa sonrisita qué? —pregunto Jessie justo saliendo del examen del señor Collins, Julieta iba a su lado desanimada ya que en el examen le fue muy mal y sabía que tenía que estudiar más para poder pasar la asignatura— ¿No que no hay nada de intereses ocultos? -dijo Jessie en tono picaron chocando levemente su hombro.

—No los hay— le confirmo Julieta o bueno eso creía ella ya no vio ninguna señal de atracción de Dylan, de hecho cuando terminó el examen siendo el primero ni siquiera miró en su dirección, además es muy atractivo no solo físicamente sino también en personalidad las chicas se sentían atraídas por el por lo intelectual y sereno que era, ella dudaba que de tantas chicas él se fijara en ella—. Es un chico amable que le gusta ayudar a las personas nada más.

— ¿y a ti no te llama la atención?

Esa pregunta la agarro desprevenida hasta ahora ningún chico de la universidad le había atraído, algunos si le llaman la atención pero no tanto para intentar acercarse a ellos, Dylan le resultaba atractivo e interesante pero hasta ahí.

—Si me llama la atención, es lindo y amable e inteligente —respondió ella como si fuera algo muy obvio y normal.

—Entonces ¿Porque no tratas de salir con el? —Julieta se quería reír de su amiga por semejante ocurrencia, aunque intentará salir con el dudaba que Dylan se fijara en ella de esa forma.

—Jessie él no me gusta, me parece lindo pero hasta ahí —dijo sentándose en una mesa de la cafetería al aire libre, pero noto que su amiga ya no le ponía atención dirigió su mirada a lo que ella estaba viendo y supo que le había robado la mirada.

Quien mejor dicho, la persona que le robo la mirada fue Ian que estaba sonriendo y hablando con una chica.

Desde que Jessie había conocido a Ian tuvo unos de esos flechazos de cupido donde creía que él podría ser su gran amor que siempre había buscado, sabía que le gustaba y mucho, pero Ian apenas le hablaba o la miraba.

Desde que había llegado a la universidad se había vuelto todo un mujeriego. Bueno en realidad desde su último año de Bachillerato se había vuelto uno, solo que ahora estaba más desatado.

Hasta hace un día no entendía porque las chicas parecían ir a Ian cómo si él fuera un imán.

Conocía a Ian desde los 8 años cuando sus padres fueron a su casa a cenar y hablar de negocios y no ellos no se odiaron apenas se conocieron, en las aburridas cenas de sus padres Ian era su salvación para ir a jugar al parque, en la adolescencia cuando acompaña a sus padres a reuniones que celebran en la casa de él, Ian la invitaba a subir a su habitación a jugar video juegos y leer comics o a simplemente sentarse y hablar , y a pesar que en el Bachillerato estuvieron en clases diferentes e incluso su entorno social era diferente ya él tenía sus amigos y ella los suyos siempre siguieron siendo amigos, se tenían tanta confianza que los dos no se tenían filtro para decirse la cosas.

Ian una vez le dijo que ella era a la única persona que no le podía mentir.

Cuando Ian peleaba con sus padres se iba a su casa a simplemente echarse en su cama a leer comic mientras ella leía una novela romántica y luego cuando su humor se calmaba hablaban de lo que había ocurrido y lo aconsejaba.

Lo ha visto crecer, estuvo con él a los 8 años le tenía miedo a las arañas, lo vio convertirse en uno de los más bajito y regordetes de su clase a unos de los más altos y delgados, vio cómo su cara paso de estar llena de espinillas a estar completamente lisa y como su voz paso de niño a estar más gruesa y ronca. Para ella mirar a Ian era algo parecido como mirar a un hermano crecer.

Y hasta esa mañana no sé había dado cuenta que él había cambiado de nuevo, sus hombros se habían vueltos más anchos, sus brazos antes delgados más fuertes, su cuerpo había subido de peso pero en músculo, en fibra, incluso esos aires de adolescente había desaparecido, y uno nuevo estaba apareciendo a su alrededor Julieta se dio cuenta que su amigo de niñez y adolescencia se estaba volviendo un hombre.

Un hombre terriblemente apuesto que poseía un cabello azabache que casi siempre estaba desordenado porque no le gustaba llevarlo corto, tenía una sonrisa encantadora que se volvía peligrosa cuando inclinaba levemente su cabeza y te miraba a los labios para luego subir la mirada y mantener el contacto visual mientras se rascaba la barbilla con un brillo de picardía y seducción, justo estaba utilizando esa herramienta de seducción a la chica que está frente a él , Ian no tenía unos ojos azules o verdes, su ojos son de un Castaño oscuro pero igual de llamativos y esas pestañas oscuras y largas que siempre le envidio solo lo volvían más atractivo, su mejor amigo era un seductor innato y ella por fin entendió porque  desde el bachillerato las chicas les gustaba tanto estar a su alrededor, él es ese tipo de chico que uno quiere poseer porque cree que será imposible.

A su cabeza le llegó la imagen de la mañana el casi desnudo y lo cerca que habían estado y su cara se calentó.

Se sentía extraña al darse cuenta que lo estaba comenzando a ver como un hombre.

Sentía que era prohibido como si estuviera rompiendo una regla invisible de la amistad.

—Es tan lindo —dijo Jessie soltando un suspiro de enamoramiento sacándola de sus pensamientos—. ¿Sabías que se encuentra en los top 10 de los chicos más atractivo de la universidad? Y encabeza el primer lugar del top 5 de los chicos más lindo de nuevo ingreso de este año.

— ¿Dónde están esas encuestas? — pregunto incrédula.

— ¿No entraste al grupo? te mandé la invitación al grupo de la universidad ahí se realizó la encuesta.

Cierto hace poco ella le había enviado un mensaje para que se uniera pero apenas le puso atención.

—Se me olvidó —admitió ella apenada.

—Amiga te estás perdiendo de los mejores chismes, las chicas están loquitas por el incluso yo —dijo Jessie buscándolo de nuevo con la mirada pero Ian ya no está en el lugar y no había rastro de él, quizás se había ido a clase pensó Julieta—.Todavía no puedo creer que eres su mejor amiga por tanto años y nunca sentiste nada por él, ni se han enrollado.

-Jessie una mujer y un hombre pueden ser amigos sin problema, nunca nos hemos sentido atraídos de esa forma, tenemos demasiados años de amistad —ella miró su reloj dándose cuenta que iban tarde para su próxima clase—. Vamos tarde Jessie.

Las dos se levantaron y caminaron para la próxima clase entraron en el edificio y justo en el pasillo estaba Ian hablando con sus amigos   justamente sus miradas se toparon y ninguno la apartó del otro.

De repente la imágenes vinieron a su cabeza el sin camisa, sin pantalón, su cabello todavía húmedo su corazón latió con fuerza, se comenzó a sentir extraña, nerviosa mientras más se acercaba a él "por Dios es Ian reacciona" se regañó a si misma esperando poder actuar normal pero justo cuando paso a su lado hablaron lo necesario.

— ¿Te espero? —pregunto el pasando una mano por su cabello y ella apartó la mirada tratando de ocultar su nerviosismo e incomodidad.

—Si.

Y eso fue todo siguió caminando con Jessie que frunció el ceño, normalmente Julieta e Ian se molestaban mutuamente cuando se encontraban casualmente ella le golpeaba el hombro o le quitaba la gorra que el cargará, Ian en otras ocasiones le evitaba el paso de manera odiosa hasta molestarla luego se reiría de ella y ella le diría que es un tarado, pero hoy todo fue totalmente diferente evitaron el contacto físico aunque estuvieron mirándose todo el camino y luego cuando por fin estuvieron cerca actuaron cohibidos, incómodos y avergonzados.

— ¿Paso algo? —pregunto con mucha curiosidad.

—¿Qué? —pregunto sorprendida—. No, nada ha ocurrido.

Jessie decidido no hacer más preguntas aunque estuviera deseosa de hacerlo, porque estaba segura que esos dos estaban muy extraños. Julieta estaba pensando lo mismo la situación había sido muy incómoda y eso la preocupo, le preocupo pensar que cuando llegaran al departamento esa atmósfera todavía permaneciera, ellos siempre se sentían cómodos junto a el otro trato de tranquilizarse pensando que todo volvería a ser como antes. 

¿Nada sería diferente no?