Isabela 🌵🌺

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La familia Madrigal no hace mucho exploraba su verdadero ser, sin la mortificación de mantener un disfraz ante todos. La casa era un mar de emociones, pero con un remo en está ocasión.
Claro ejemplo era la ahora presencia de Bruno; la "oveja negra de la familia" quién podía comenzar un futuro brillante.

Los otros integrantes fueron poco a poco soltando sus miedos permitiéndose mostrar colores reales: Luisa no podía cargar todo, Dolores tenía sus momentos para escucharse a si misma, abuela permitió dejar el pasado lentamente, Isabela era imperfecta; sus creaciones llevaban la casa de formas extravagantes.

Todos desarrollaban un avance en su persona, algunos hábitos pasaron por desaparecido. Sin embargo, Isabela siempre fue una gran observadora del panorama, ella tenía la sensación de que algo en Camilo, su querido primo era fuera de lo común; la personalidad del mencionado siempre había sido ¡extremadamente extrovertida! Su presencia podrías encontrarla junto a alguien en cualquier momento y lugar. Después de un tiempo Isa pudo notar como se aislaba de todo,era evidente,así como su dramática expresión ante la comida.
¿Cómo podia hacer tal mueca ante las arepas que en cada momento pide?.

Isabela sabia que debía actuar, ese día era el indicado, con mucha precausión ante todo, bien conocía la delicadeza de las emociones presentes.
Antes de ir a la misión los golpes en la entrada principal llamaron su atención, sin mucha preocupación fue a su atendido, para su sorpresa un joven se encontraba ante ella.
"¿Será amigo de Mirabel?" Penso.

-¿Buscás a algún madrigal?- pregunto sin apartar la mirada.

El joven ante aquello desvio su vista, aquel nerviosismo se demostró al no parar de tocar su camisa.
-Eh.. solo me preguntaba si Camilo está bien..- el rojo en sus mejillas adorno la vista -Hace tiempo que no sale con nadie, ¿Sabes? Solo me preocupo..-

La muchacha ante las palabras suavizó su mirada. "Esto confirma mi posible teoría, algo anda mal..".
Isabela cruzo sus brazos.
-Siendo honesta, no estoy segura.
Camilo siempre ha sido un tanto amarillo pero ultimamente no ha sido él- un momento de silencio paso -Pero hablaré con él, ¿Si? Quizás devas volver mañana, seguro extraña a sus amigos.- Dedico una sonrisa. -Le diré que viniste, ¿Cuál es tu nombre?-.

-Alejandro, gracias señorita Madrigal- Así despidió a la joven.

-¿Ahora qué habrás hecho Camilo?- musitó la joven, así las palabras se las llevaría el viento.
Está vez con mayor seguridad emprendió su labor, entrando nuevamente a casita fué directamente al cuarto de su primo, tocó la puerta firmemente.
Fue recibida por un Camilo un tanto cansando.
"¿Cómo no pudimos notarlo?" El joven tenía las ojeras más profundas, llenas de ideas. Pero lo más impactante fue lo delgado que era, hasta el hueso. Contuvo las lágrimas.

-Hace mucho no pasó por aquí- dijo mientras entraba al dormitorio del menor. Asombrada por la particularidad de este, rodeado de espejos.
-Isabela, ¿Qué quieres?- Hablo Camilo mientras cerraba la puerta, el cambio de humor era claro.
- Hace poco un joven pregunto por ti, Alejandro- sonrió ante el repentino sonrojo del contrario.
-¿Él vino a casita a preguntar?- una sonrisa inconsciente salió de su alma - pero, ¿Qué pregunto?!- suplicó juntando ambas manos.
-Camilo, estaba realmente preocupado, su mirada era como el color de tu habitación... él no es el único angustiado,no tengo la certeza de que ocurre- dirigió su mirada a su primo- ¿Te sucede algo?.

Camilo quedó congelado por un momento, los pensamientos inundaron su mente por totalidad; "¿Debería decirle las palabras que me dice aquella voz? Ya no puedo transformarme.. pero si como volveré a ser asqueroso, ¿Y si ella no le importa en verdad? ¿Le dirá a mamá?".
Fuera de su alcancé la habitación cambiaba drasticamente; en un momento estaba la oscuridad, después millones de luces, un escenario, millones de espejos, finalmente nada; solo oscuridad y un solo reflector sobre ambos.

Isabela sin dudarlo abrazo a Camilo, en ese momento la habitación se quedó paralizada. Sin dudar, las emociones estaban alrededor.
-Cami, por favor, dime, no quiero que esto te acabe. Eres parte de nosotros-.
-No puedo Isa- soltándose del abrazo, toma del brazo a su prima para expulsarla de su ahora océano.

La joven quedó sin habla, los pensamientos ahora eran más confusos.
¿Qué debería hacer?. Un momento le tomo pero si no actuaba, el futuro de Camilo acabaría.
-Claro, ¿Quién más?- Buscando alrededor, encontró fácilmente su tío Bruno robando comida.

-Por suerte estás aquí! Necesito de tu ayuda! El destino de Camilo está en juego-.

Bruno sin dudar solo hizo una señal con su brazo para que su sobrina lo siguiera, aunque no le agradaba la idea, el visualizar lo que pasaría podría ayudar.
Un sentimiento de pánico invadió a ambos al observar desde la distancia como la puerta de Camilo parpadeaba así como la visible grieta alrededor.
Con mayor paso, en segundos estaban adentro de la habitación de Bruno.

-¿No hace falta traerlo, verdad?- pregunto Isa.
-Por está ocasión me alegra que no-.

Pasándo los minutos, la visión estaba lista. El ambiente era terrible; aquella visión mostraba a un Camilo cayendo sin abrir los ojos.
-¡¿Qué hacemos?!- grito Isabela.
-La noche no podrá ayudarnos, mañana deveremos actuar, las palabras podrán ayudar... Solo debemos buscar el momento,antes de que ocurra aquello-.

Sin más que decir, el manto de la noche se mantenía orgullosamente.

Apariencias-Encanto✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora