Efímero - [+18] ©

Capítulo XV

¿Elaine?

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Me giré al momento para encontrarme con unos ojos miel delante de mí unas facciones robustas y una corta barba.

—Marco...—dice Jack detrás de mí.

—¿Que haces, que no estás buscándonos?—le digo yo echándome hacia atrás.

—Me han dado vacaciones—me mira fijamente—no tendré que ver a mi jefe durante una semana.

—Denada—aparte la mirada.

—¿Jack que haces en Francia? ¿Que vas a robar?

—Como me conoces Marco—Jack sonríe—El collar de la máscara.

Marco de ríe por un momento—O eres imbécil o realmente crees eso, está valorado en 450 Millones—le recalca Marco—Ahora a lo que he venido ¿Donde esta Nathaniel?

—Muerto—le respondo.

—Pero si me ha llamado hace 5 minutos, de que Jack sabía dónde estaba.

Me miró con Jack el baja la cabeza y me lanza una mirada, soltamos todas las compras y salimos corriendo—¿¡Donde esta!?

—En mi casa—él me susurra mientras Marco nos sigue.

Corremos a toda velocidad mientras intento seguir a Jack, salimos y nos montamos en el coche, Jack acelera en segundos tardamos más de 3 horas en llegar a su casa.

—¿No lo habías matado?—me mira fijamente.

No.

—No lo sé—miento.

Me va a arrancar el corazón.

Subo las escaleras en donde estaba mi habitación, detrás de Jack.

Esta en una cama, tumbado con miles de tubos metidos en su cuerpo.

—Sal—le dice a Jack con los ojos cerrados.

Jack me mira y yo asiento él sale y yo me acerco más.

—¿Porque me intentaste matar?

—Tu padre no está muerto, y él te matará tarde o temprano.

—Esa no es razón para que tú me intentes matar

—Tu no me intentaste matar—sonríe un poco abriendo los ojos.

—Yo te mataría ahora mismo—le digo.

—No intentes hacerte la dura, eres la niña de Sebastián.

—No soy débil.

—Gracias a mí.

—No.

—Anissa te prometo algo…

—¿Crees que te creeré?—corto lo que iba a decir.

—Anissa Romans—se acomoda en la cama—Desde este momento soy tuyo, tú elegirás que puedo y no hacer.

Eso me sorprendió, no sabía que responder—¿De qué hablas?

—Si yo no puedo vivir sin tí, haré lo que quieras.

Sin él no podría vengarme, yo nunca quise matarlo, le di en el abdomen bajo, no lo pude matar, simplemente lo hice por esa voz dentro de mí ”hazlo” ”matalo” pero no pude hacerlo.

—¿Porque me intentaste matar?—sonreí, no se porque pero lo hago.

—Yo nunca maté a tu padre, eso me hizo pensar él, cuando supe que estaba vivo y que ella, estaba a su lado, no podía dejarte allí.