Efímero - [+18] ©

Capítulo XIII

El ¿Asesinato?
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—¿Cómo está Sebastián?—le pregunta a Jane acercándose a ella, ella gira la cabeza para alejar su cara de la suya.

Él se aleja, diciéndole algo a sus secuaces, noto su pequeña coleta colgando de su cabello, y la marca, la serpiente tatuada en su nuca.

Uno de ellos se acerca a Jane y la atrapa del cuello haciéndola bajar la cabeza y entrar a una habitación, todo el mundo mira pero no creo que hagan nada.

Uno de ellos me hace lo mismo y entro a una habitación, o eso creo, hay una mesa llena de papeles, la oficina.

Hay una cama, y una silla, me quedo levantada de pie, esperando a que entre Jane con un barra de metal.

Estoy más de media hora allí de pie, hace más de diez minutos que la música a acabado, casi incapaz de estar de pie, escucho la puerta chirriante abrirse.

Es Karine, está de pie, igual de elegante con su gran coleta y ojos marrones, con un traje, cierra la puerta con varios candadosp

Se acerca a mí, lleva un arma, se pone detrás de mí, apartando mi cabello, y repasando su nariz por mi cuello mientras lo huele detenidamente.

Su mano pasa por mí top, bajando uno de los tirantes, me di cuenta de lo que quería hacer, y lo que iba a pasar, una lágrima cae por mi mejilla, mientras me pongo roja, la tristeza, la rabia todo estaba mezclado en mi ser.

—No...—doy un pequeño susurro, mientras el lame mi lóbulo.

—No llores—pasa su dedo por la lágrima limpiandola.

Su mano desliza el otro tirante, haciendo que el top caiga hacia mis caderas, pasa un dedo por mi espalda haciéndome estremecer, llegando a mi cintura donde suelta la única cinta que aguantaba mi falda, estaba totalmente desnuda simplemente unas bragas me tapaban

Me quedo allí parada mientras noto que él se queda parado, siento que está quitándose la ropa, él agarra mi cintura pegándome a él, notando su miembro erecto, me besa me manosea y si intento alejarme me acerca más y más.

En un momento siento su mano bajar mis bragas, se pone delante de mí mientras toca mi humedad, su cabeza se aleja y lo veo lamer sus dedos, yo cierro los ojos, sus dedos entran en mi interior un jadeo sale de mis labios haciéndome seguir llorando, él entra y sale haciéndome gemir.

No me gusta, no me gusta, no, no…

Mete más los dedos haciendo que mis paredes se contraigan, me voy a venir.

Antes de hacerlo le doy una patada, se cae y yo busco el arma que tenía en el pantalón, tirándome al suelo encuentro el arma, quitó el seguro me giró, está levantado delante de mí como si nunca le hubiera golpeado.

—¿Anissa?—dice lentamente.

—Muerete—mientras mi cara llena de lágrimas mi alma está llena de furia doy un disparo, luego otro y otro y otro.

Con los ojos cerrados disparo y vuelvo a hacerlo hasta notar que el arma ya no tiene carga.

Personas intentan abrir la puerta.

Yo me levanto busco mi ropa la cual no encuentro, siento gritos golpes, todo detrás de mí en la puerta, alguien golpea la puerta muy fuerte, la va ha abrir, busco su traje y me tapo con el.

Abren la puerta, mis ojos llorosos no distinguen nada, simplemente esos ojos azules delante de mí bajo las sombras.

El momento me paraliza, no puedo moverme y tampoco lo quiero hacer, él se acerca corriendo, para mí está yendo muy lento, me abraza y le abrazo, Nathaniel…

Mi sollozo se hace mayor, lloro en su hombro no puedo soltarle, lloro y vuelvo a llorar.

—Esta muerto—escucho la voz de Jane.

—Lo ha matado ella, nosotros no tenemos nada que ver—escucho otra voz.

—Callate ¿Eres imbécil?—Dice Nathaniel intensificando el abrazo.

—Que ella esté condenada por la mafia Italiana no es nuestro problema—noto a Nathaniel soltar el abrazo pero yo no lo hago.

—Te voy a matar imbécil—Nathaniel intenta moverse pero no le dejo.

—Ella se irá conmigo, es lo más seguro—escucho una voz masculina.

No quiero irme, con nadie, todo el mundo quiere ayudarme pero no pueden.

Lo abrace más—Me tengo que ir, cuidala o te mato—Nathaniel suelta el abrazo igual que yo.

—Ponte esto—un hombre alto algo moreno me da un conjunto negro, me acerco hacia la puerta donde está Jane.

—Lo siento—dice ella casi llorando.

No hago nada y sigo, llegue al baño y me cambié allí, limpio un poco mi cara y salgo del baño.

—¿Qué te hizo?—veo a Jack delante de la puerta mientras mira hacia los lados.

No digo nada, no quiero hablar, no quiero recordar no quiero nada, él lo nota.

—Está muerto, y lo he matado yo—le miró y sus ojos se abren.

—Me tengo que ir, adiós—dice Jack y se aleja hacia otro lado.

Me acerco hacia los otros aún sin poder mirar nada—Nos vamos—me dice el hombre—Sebastián—me da la mano.

Se la estrechó y le sigo, buscando esa mirada azul que ya no estaba allí dentro.

Llegamos a un coche blanco totalmente moderno, me subo en la parte de atrás.

—Karine no tenía pistas, aún no sabemos quién más podría tenerlo—comienza a acelerar.

—Ya no me interesa.

—Claro que sí.

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Se acabó la doble actualización, el siguiente capítulo será de 1500 palabras lo prometo <3

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