𝟎𝟐𝟐

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Quedaba poco para la salida del sol

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Quedaba poco para la salida del sol. Jimin abrió los ojos y se encontró con el pecho de Jungkook. Hundió su nariz en él, como si fuera la más normal de las cosas, y la frotó cariñosamente mientras inhalaba todo su aroma. Por el amor de Dios, olía tan bien... La mano enorme de él descansaba sobre su muslo derecho, que estaba apoyado por completo en la cadera de Jungkook.

Su propia mano estaba posada en la nalga de él, amarrándolo para que no se saliera. Se sonrojó al recordar todo lo que había pasado entre ellos.

Hacer el amor era algo increíble. Era la primera vez que confiaba plenamente en alguien. No sólo había entregado a Jungkook su cuerpo, su alma y más de la mitad de su corazón, sino todo.

Jimin lo observó dormido. Su barbilla no tenía ese gesto severo y mandón que tanto la sacaba de sus casillas. Estaba relajado y sus labios semiabiertos eran los más apetecibles que jamás había visto.

Cómo lo habían besado, qué sinceras habían sonado todas las palabras dichas de esa boca. Apretó los músculos internos y lo acarició en toda su largura. Seguía dentro de él. Se estremeció cuando se dio cuenta de que incluso relajado era enorme.

Cómo Jungkook lo había mordido. Menuda noche...

Suspiró más que satisfecho, rozó con sus dedos aquellos labios de pecado y perfiló su forma y su silueta. Tocando con ternura el lunar debajo del labio mas grueso.

Sí, menuda noche... Justo cuando creía que el vanirio iba a volver a derribarlo, que iban a volver a reñir, Jungkook lo volvió a sorprender con todas esas declaraciones.

Pero no podía sorprenderse, porque sentía la misma necesidad por él. Y ya le daba igual si era por algo genético o por algo espiritual o emocional. Jungkook había confesado todo lo que también pensaba.

Sonrió y volvió a agradecer haber vivido una noche tan explosiva. Sí.

Entre sus brazos podía degustar la seguridad y la protección de aquellos músculos fuertes y grandes. Podía degustar la calma y la serenidad que otorgaba un verdadero abrazo. Un abrazo de oso como el de Jungkook. Volvió a sonreír. Pegó su cara a su pecho, inhaló y se dejó envolver por el aroma del vanirio.

Menuda noche...

Sintió la caricia de Jungkook. Le acariciaba el pelo con la vista clavada en su cara. Jimin era una bendición y todavía no podía creer que le perteneciera, que lo tuviera relajado sobre él. Estaba lo suficientemente confiado como para yacer desnudo semiapoyado en su cuerpo y adormecido.

Jimin se desperezó como un gatito, acariciando conscientemente el pecho de Jungkook con la mejilla. Se encontró con la mirada concentrada de el vanirio. Sonrió y le besó el pezón como si ese gesto fuese lo más normal del mundo con él.

—¿Hora de levantarse? —preguntó Jimin con voz ronca.

—Sí. Ahora viene cuando me dices que no quieres saber nada de mí y que lo que hay entre nosotros no es tan importante, bla bla bla —gesticuló de manera cómica.

𝐋𝐮𝐜𝐤𝐲 𝐖𝐨𝐮𝐧𝐝┆❛❛KOOKMIN❜❜.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora