doce

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—Bebé, ya sabes, le caí muy bien a la mamá de Kate, me invito a pasar la noche allá, ¿No te molesta verdad?

No, la verdad ya no me importa, lo único que quiero ahora es verificar quien es el dueño de las cartas anónimas.

Asentí sin prestar mucha atención a lo que decía, mire a ambos lados, casi no había nadie en el colegio, pero siento que él esta por aquí.

—Hey, ¿Me estás escuchando?

Talvez si finjo dormir se acerque y pueda ver quien es...

—¡¿No ves que estoy hablándote?!

Chan me empujó, digamos que no soy una persona muy fornida ni pesada, sentí el frío del suelo y un fuerte dolor en la cabeza, me sentía mareado, trate de levantarme, pero no fue necesario, Chan me levantó, tenía el rostro enfurecido.

Trate de concentrarme, mire alrededor y mi rostro perdió el color, mi mochila estaba tirada, mis cosas desparramadas, y las cartas y dibujos en las manos de Chan.

—¿Qué mierda es esto Félix? —Chan me mostró las cartas sin soltarme, trate de zafarme de su agarre, pero solo lo enfurecí más— ¡Te hice una maldita pregunta!

Abrí la boca, pero nada salió de mis labios, comencé a temblar por el miedo y las lágrimas comenzaron a salir.

—Tu sonrisa es hermosa, Chan es un idiota, ¡¿Qué más dices de mí eh?! ¡¿Me quieres ver la cara de estúpido?!

—C-chan

—¡Chan nada! ¡¿Crees que, tú, puedes engañarme a mí?! ¡Tú no eres nada! ¡¿Me oíste?! ¡Nada! —su mano se levantó y cerré los ojos esperando el golpe.

Pero nunca llegó.

Caí al suelo temblando, levante la vista, y frente a mí estaba un chico, tenía la capucha puesta, pero pude ver unas mechas negras, Chan estaba en el suelo, completamente enojado.

Trate de levantarme, pero mi cuerpo no respondía, estaba asustado, el chico y Chan comenzaron a pelear, al principio me asuste, pero algo me llamo la atención, reconocía ese tipo de movimientos, los había visto antes.

Al final, el encapuchado gano, Chan salió corriendo y yo por fin pude moverme, Chan era un tonto, pero aun así estaba preocupado.

Tome las cartas en el suelo, estaban arrugados, algunos rotos, no pude evitarlo y comencé a llorar mientras abrazaba las cartas.

Estas cartas habían sido lo único que me hacía feliz estos últimos días, me hacían sentir amado, me hacían sentir que si importaba.

—No llores, odio verte llorar

No llores por favor, odio verte llorar, cuando lloras parecer apagarte, amo tu sonrisa, es la más hermosa que he visto.

Levante la mirada, el chico me extendía una pequeña hoja, no podía ver su rostro, cuando vi la hoja, las lágrimas volvieron a salir.

Era yo, un antiguo yo, estaba en mi antigua sala de estudios, en el dibujo estaba bailando ballet, amo el ballet, era una de las pocas cosas que me hacían sentir realmente feliz, pero mi madre me obligo a dejarlo.

Volví a mirar hacia al frente mientras secaba mis lágrimas, pero no había nadie, mis cosas estaban ordenadas a un lado y una pequeña nota estaba sobre mi mochila.

Lamento ser tan cobarde.

Suspire y tomé mis cosas, guardé con cuidados las cartas y dibujos, no importa si están arrugados, son importantes para mí.

Comencé a caminar, pero esta vez no fue a mi casa, camine y camine, mis pies se detuvieron frente a un portón abierto, mire hacia arriba leyendo el letrero.

Taekwondo school

Lo siento, pero yo no soy cobarde.










Ya se viene lo bueno

~JJ se despide ;3

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