On my shoulder || Cinco Hargreeves

4. "Asperger Y Poderes"

Habían pasado dos semanas desde que los chicos habían quedado atrapados en el futuro, sus ropas estaban sucias al igual que ellos, a pesar de que Penny tomó artículos de higiene personal el primer día que llegaron, Cinco le dijo que ocuparían el agua sólo cuando fuera estrictamente necesario. El aire ahora era más tóxico así que tenían que cubrir su nariz y boca con bufandas, no ayudaba mucho pero filtraba un poco el aire haciéndolo más puro.

Ahora se encontraban dando una caminata, Cinco todavía tenía la esperanza de encontrar a alguien con vida, y si había vida, habían ratas e insectos por doquier. Pero el chico buscaba más personas.

Después de caminar por media hora, Penny recordaba ese lugar, lo conocía perfectamente, era la Academia Umbrella, ahí habían estado dos semanas, enfrente de la academia estaba el horfanato donde se quedaba la niña antes de ir al futuro así que corrió buscando a alguna persona con vida, que ingenua.

Cinco estaba del lado de la Academia, moviendo placas de cemento, revisando si había alguien con vida. Derrepente vio una mano morena con un tatuaje que el conocía perfectamente.

Empezó a quitar ladrillos que estaban encima de esta, y la vio. Vio a su hermana, Allison, sin vida. De pronto sintió como todo se movía en cámara lenta, como el aire que respiraba ya no era suficiente, se sentía ahogado. Divisó a sus demás hermanos, o bueno no todos, faltaban Ben y Vanya, se acercó a un hombre robusto y rubio, el suponía que era Luther, en su mano tenía una prótesis de ojo, la tomó y guardo en sus pantalonsillos.
No muy lejos de ahí había uno de esos lugares donde se ponían periódicos la cual milagrosamente seguía en pie y había un par de periódicos ahí, tomó uno, pudo ver la fecha, primero de Abril de 2019, ese fue el día del apocalipsis, el día en que su familia murió combatiendo a lo que sea que provocó el fin del mundo; necesitaba respuestas, necesitaba evitar el apocalipsis.

Por otra parte, Penny buscaba en el horfanato, divisó una cabellera negra con algunas canas, así que fue a ver de quien se trataba. Ese alguien era su profesor, la única persona que había sido buena con ella, ahora estaba ahí, sin vida. Se veía mayor, pero no era difícil de reconocerlo, el tiene un lunar un poco grande en la barbilla, esa era su característica.

Por primera vez Penny sintió una presión en el pecho y como su garganta se cerraba. Miró por última vez a su profesor, a la persona que había hecho su vida menos mierda y fue corriendo hacia donde estaba Cinco, cuando llegó callo de rodillas haciendo que Cinco saliera de su trance.

-¿Qué te sucede?- preguntó Cinco quitando las lágrimas que había derramado inconscientemente.

-Aidan, me duele- por primera vez su voz estaba entrecortada

-¿Qué te duele? ¿Te caíste?- comenzó a revisar el cuerpo de la chica pero no había ni un raspón.

-No, me duele aqui- señaló su pecho y su garganta.

-¿Qué es lo que viste?- intento levantarla del sucio piso pero ella parecía un peso muerto.

-Aidan, mi profesor- una lagrima resbaló por la piel acaramelada de la chica. Cinco se sorprendió por esto, era realmente difícil que una persona con Asperger llorara.

Cinco sin pensarlo la abrazo, eso se había vuelto costumbre entre ellos dos, y a Penny ya no parecía molestarle mucho el contacto físico con Cinco, se estaba acostumbrando. Diario tenía que abrazarlo dos o tres horas al día mientras el lloraba por no poder regresar a casa.

Penny siempre estaba para el, ahora era el turno de Cinco estar para Penny, le había afectado demasiado ver a su profesor de esa manera.

Su llanto no duró más de cinco minutos, ya que era difícil llorar para ella, pero en esos pocos minutos Cinco no dejó de acariciar con delicadeza su cabello ni de susurrarle cosas como "respira conmigo" "todo esta bien", lo último era una gran mentira, pero lo decía para reconfortarla.

Y desde ahora sería así, Cinco no dejaría caer a Penny y Penny no dejaría caer a Cinco, o como ella lo llamaba, Aidan.

Ahora se iban a necesitar mutuamente, iban a ser tan necesarios uno para el otro, casi tanto como el aire tóxico que respiraban en esos momentos. Ahora solo eran ellos dos.

Una chica con Asperger y un chico con poderes harían un gran equipo.