Numero Uno y Numero Dos decidieron llevar a Penny y a Cinco al pequeño cuarto que Diego rentaba debajo de un descuidado gimnasio al centro de la ciudad.
La pareja yacía en el duro colchón que estaba en ese lugar, acurrucados y profundamente dormidos gracias a los efectos del alcohol en su sistema. Diego colocaba con una cara de confusión a Dolores en una silla a lado del colchón.
-Míralos, se ven tan tiernos. Como si no los estuvieran buscando para matarlos.- dijo Luther en un intento de bromear con su hermano, y funciono, el morocho soltó una áspera y corta risa.
-Toda esa mierda que dijeron antes... ¿A qué crees que se referían?- pregunto el de cuchillos, bajando la voz poco a poco ya que fuera del cuarto se escuchaban pasos lentos.
Y resulta que no había amenaza afuera, no. Solo era el dueño del gimnasio entregándole el mensaje de una supuesta amiga de Diego diciéndole que ya sabia donde estaba su hermano, ¿su hermano? pero si Cinco ya se encontraba con ellos, no tenía sentido, así que fue a la dirección que la detective le dejo, dejando a Luther con Penny y con Cinco.
Poco tiempo después la pareja despertó ya sobria, pero con una resaca y una tristeza terrible. Luther los interrogo, pero ninguno contesto hasta que Cinco recordó lo que su esposa siempre dice, "Debemos de hablar de todo aquello que nos agobia", era hora de decir la verdad.
-El apocalipsis se acerca.- le dijo el ojiverde a Luther, tan directo. Solo pudo ver como el rostro de su hermano se contraía en una mueca de confusión
-¿Como lo sabes?- si, una pregunta realmente idiota considerando que Cinco venia del futuro. No podemos culparlo, una noticia así es totalmente abrumadora, incluso para los superheroes.
-Todo el tiempo que me fui estuve ahí, es algo horrible. Mi único consuelo y apoyo fue Penny, sin ella creo que hubiese perdido más la cabeza.- su esposa lo escuchaba con suma atención, cuando el dijo esto ella le dejo un pequeño y casto beso en la mejilla sonrosada del chico.
-¿Cuándo se supone que es?
-Suponemos que es en cuatro días.- contesto Penny mientras hacia patrones con su dedo en su propio short escolar.
Luther dejo de preguntar intentando procesar todo. Minutos después el morocho entro al cuarto azotando la puerta del pequeño cuarto.
-¡Ustedes, pequeños pedazos de mierda!- grito con furia hacia la pareja, Cinco se sobresalto pero Penny no movio ni un músculo, solo observando como el grandote se ponia en alerta listo para defenderlos.
Y así, fue, Luther literalmente cargo a Diego el cual pataleaba y echaba unas cuantas maldiciones a la pareja.
-¿Cuál es el motivo para hablarnos de esa manera?- pregunto Penny con total naturalidad.
-Esos malditos, Hazel y Cha Cha, mataron a mi amiga, todo por buscarlos a ustedes.- reclamó el morocho señalandolos acusadoramente con el rostro bañado en ira y tristeza al mismo tiempo.
-Ella no debia de interferir.- contesto Cinco.
-Pero lo hizo, lo hizo porque su deber es ayudar a los demás. ¡Y yo me voy a encargar de vengarme!- grito yendo a la puerta del cuarto para salir de este.
-No lo va a lograr, son casi tan buenos como nosotros.- susurro Penny a Luther, tal vez podía tener un poco de confianza con ese rubio.
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A la mañana siguiente Número Uno los llevo a la academia para que descansarán apropiadamente pero conociendo a Número Cinco eso no iba a ser posible. El rubio dejo a ambos en la sala principal para después salir de la academia. Penny tomo la mano de su esposo y caminaron tranquilamente a la habitación del azabache. Pero justo antes de entrar ella descubrió manchas frescas de sangre que daban camino a la habitación de Klaus.
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On my shoulder || Cinco Hargreeves
FanfictionCinco al dar su salto en el tiempo llevo consigo por accidente a una chica la cual tiene el síndrome de asperger. Tendrá que aprender a vivir con ella ya que será su única acompañante durante los próximos 45 años.